El FBI ha sido el centro de atención desde que estaba a su cargo John Edgar Hoover, quien fue el director hasta su muerte. La agencia de investigación se rigió por unos estatutos muy arcaicos, en donde a la menor provocación, cualquier ciudadano podía estar bajo los ojos de Hoover y sus muchachos.
A lo largo del tiempo el FBI y Hoover se encargaron de investigar a todo aquel que se les pusiera enfrente, creando archivos de cientos de páginas, en donde se detallaba, minuciosamente, cada una de las actividades de quien era investigado, es así como se crearon archivos de distintas celebridades, muchas de ellas consideradas un peligro para Estados Unidos.
Tal y como si se tratara de una película, el FBI reveló algunos de los archivos “secretos” de los famosos, y la BBC retomó algunos de éstos, en donde figuras personajes como Steve Jobs y Jim Morrison.
Steve Jobs. El FBI creó un archivo en 1991, cuando el entonces presidente George H.W. Bush, debatía si convenía nombrar a Jobs en un cargo de comercio internacional.
“Varios individuos pusieron en duda la honestidad de Jobs, afirmando que retuerce la verdad y distorsiona la realidad para conseguir sus objetivos”, dice el informe, que también detalla las denuncias pendientes contra Apple; que Jobs fue víctima de una amenaza de bomba en 1985, y cuestiona las cualidades del empresario para ocupar un puesto en La Casa Blanca.
El documento consta de 191 páginas, e incluye desde entrevistas realizadas por agentes del FBI a Steve Jobs, declaraciones de empleados y personas cercanas a él, hasta su historial familiar y laboral. El informe también menciona que Job consumió drogas en su época como estudiante.
Charlie Chaplin. Se sospechaba que era simpatizante del comunismo, por lo que el expediente de este comediante abarca alrededor de 900 páginas, en ellas se pueden leer todas las artimañas que uso el FBI para desprestigiar al cómico, que van desde convencer a su ex amante, Joan Barry, para que ésta lo acusara de no reconocer a su hija, de la cual resultó no ser el padre.
Por si fuera poco, el FBI hizo una sociedad con la periodista Hedda Hopper, quien en ese entonces era la encargada de hundir carreras, y quien se movía por intereses.
John Lennon. A principios de los setenta, la Oficina Federal de Investigaciones, y cualquiera que le creyera a este organismo, llegaron a la conclusión de que John Lennon simpatizaba con la izquierda. Por tal motivo, el FBI creó todo un archivo del ex Beatle, el cual constaba de 300 páginas.
Tanto el cantautor como su hoy viuda, Yoko Ono, fueron examinados minuciosamente por el Gobierno de Estados Unidos, debido a que se involucraron en protestas contra la guerra de Vietnam, tanto públicas como privadas, lo cual habría sido suficiente para impedir que obtuvieran la nacionalidad estadounidense y fuesen deportados a Reino Unido.
Jim Morrison. El líder de la banda de rock The Doors, fue sujeto a investigación policiaca debido a las denuncias que llegaron en su contra por “comportamientos obscenos en público”, e incluso en marzo de 1969, se giró una orden para arrestarlo antes de un show, aunque no se ejecutó ese plan por el temor de que el público montara en cólera por tal acto.
Martin Luther King. El FBI comenzó a investigar a King y a la Southern Christian Leadership Conference en 1961. Las indagaciones cambiaron cuando tuvieron la sospecha de que Martin Luther King era comunista, pero como nunca le pudieron comprobar nada, el FBI centró sus investigaciones en su vida privada para poderlo desprestigiar.
Se intentó, en primer lugar, probar que era un marido infiel. Las grabaciones, algunas de ellas hechas públicas tiempo después, no aportaron ninguna prueba fehaciente al respecto, a pesar de las aseveraciones de ciertos oficiales o del mismo presidente Johnson, que había llegado a decir, que se trataba de un predicador hipócrita.
El FBI distribuyó informes sobre estas supuestas desviaciones en su vida privada a periodistas amigos, aliados o posibles fuentes de financiación del SCLC, e incluso a la propia familia de Martin Luther. Sin embargo, jamás pudieron comprobarle nada.
Elvis Presley. Los archivos hechos sobre el cantante están compuestos por 683 páginas, en ellas hay información diversa, desde presentaciones hasta las amenazas y extorsiones de las que fue víctima Presley.
Por otro lado, a Elvis se le consideró un peligro para la nación norteamericana por despertar los impulsos sexuales de la juventud de esa época. En una carta escrita por Hoover, directo del FBI, se puede leer: “Elvis hace movimientos y acciones que pueden despertar las pasiones sexuales de los adolescentes”, también se puede leer que varios de sus fans organizaban orgías sexuales, algo que jamás fue comprobado.
Marilyn Monroe. Mucho se habló del filme XXX que realizó la bella actriz, pues esta cinta fue parte de un extenso archivo que el FBI creó de ella; y en donde los agentes vieron una y otra vez la cinta para investigarla.
En los archivos también hay un apartado sobre sus amoríos, entre los que destaca su relación con JFK. Además, el FBI sabía de su relación con un tal Frederick Vanderbilt Field, que residía en México y que según los archivos era comunista. De hecho uno de los informes que guardaba el FBI sobre la actriz, tenía el siguiente encabezado: “MARILYN MONROE-ASUNTO DE SEGURIDAD- C. (COMUNISTA).
Jimi Hendrix. Llamó la atención del FBI por sus repetidos arrestos, acusado de robo de vehículos, posesión y consumo de drogas. El documento sobre Hendrix, con más de 34 páginas, detalla su detención en Seattle por robar un coche, e incluye la correspondencia entre varias agencias norteamericanas y el gobierno de Canadá, donde también había sido arrestado anteriormente.
“Si el sujeto es declarado inocente, el servicio de inmigración canadiense quiere deportarle inmediatamente a los Estados Unidos”, dice la carta enviada por la policía de Buffalo, en el estado de Nueva York, al director del FBI.
Frank Sinatra. El FBI investigó a Frank por sus presuntos vínculos con la mafia y sospechas de pertenecer al Partido Comunista, esto de acuerdo con las mil 275 páginas de archivos secretos sobre la vida del famoso cantante que la Oficina Federal de Investigaciones hizo públicos.
Los documentos, 25 de cuyas páginas aún se mantienen en reserva, incluyen telegramas de la policía, cartas confidenciales, documentos de justicia y copias de denuncias y amenazas de muerte recibidas por el cantante.
Según se reveló, en 1971 Sinatra fue acusado de participar, junto a destacados miembros de la Cosa Nostra (como Anielo Dellacroce, Carlo Gambino y Guiseppo Gallo), en un complot para extorsionar por 100 mil dólares a una persona llamada Ronald Alpert.
Norman Mailer. En 1962, Hoover pidió un memorándum sobre el autor Norman Mailer, ganador del Pulitzer. El documento sobre él dice que Mailer admitió, en un programa de radio, ser “de izquierda”.
Él denunció al FBI como una policía secreta y pidió que se desmantelara. Los agentes también calificaron a Mailer como alguien que simpatizaba con la Cuba comunista de Fidel Castro.
Princesa Diana. El archivo de la princesa Diana se creó en 1989, y menciona el cronograma de un viaje a Nueva York, en donde se alude a una manifestación. El FBI conserva los documentos redactados para informar, a todas las agencias de seguridad, el horario de llegada de la princesa al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, su estancia en el Hotel Plaza de la Calle 64 y el centro de operaciones policiales en la habitación 1601 del mismo edificio.
La policía local debía garantizar, entonces, la cobertura de la manifestación con motivo de su visita para “identificar a cualquier irlandés sospechoso de terrorismo que pueda suponer una amenaza para la princesa”.