A 800 metros bajo una gran capa de hielo en el Polo Sur, en las oscuras y frías aguas del lago Whillans, hay un nuevo mundo de vida microscópico. El hallazgo lo ha hecho un equipo de investigadores estadounidenses, la última expedición que ha llegado a la helada Antártida en busca de vida extrema bajo el hielo, así lo reseñó ABC.es.
Los científicos del proyecto Wissard han perforado el hielo hasta alcanzar el lago Whillans, una gran bolsa de agua líquida que se esconde bajo grandes capas de hielo. No es el único, existen centenares de lagos subglaciales como el Whillans que se mantienen en estado líquido gracias al calor emitido por las rocas que yacen en el lecho. Y lo más importante, ese agua líquida se ha mantenido aislada durante miles de años. De ahí el interés científico por profanar esa pureza en busca de vida microbiana.
Y ¡eureka! allí estaban. Por primera vez, los científicos aseguran que han encontrado bacterias vivas, células con ADN que podrían haber vivido aisladas durante 100.000 años. Al microscopio se ha comprobado que las bacterias muestran signos claros de vida. Con test químicos también se ha comprobado que están activas y metabolizando energía, según los resultados preliminares. Bajo el hielo no hay luz solar, así que la vida de las bacterias depende del material orgánico que hay en el lago o de otras fuentes, desde minerales de las rocas del continente antártico a microbios en descomposición.
Ahora el equipo de investigación necesitará meses hasta identificar los microorganismos que han encontrado en los diez litros de agua extraídos. De momento, parece descartarse, que la muestra se haya contaminado durante la extracción y los microorganismos encontrados proceden del agua pura del lago, no del hielo.