El ex embajador de Panamá ante la OEA Guillermo Cochez —quien fue destituido por cuestionar la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro en la Organización de Estados Americanos— dijo el sábado que el régimen bolivariano tiene sus días contados y que caerá víctima de sus divisiones internas, la escasez de recursos y un clima internacional que le es cada vez más adverso.
Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
“Yo verdaderamente creo que los días están contados. No sé si serán unas semanas, un mes, dos meses o tres meses […] pero esto va a explotar el día que menos se piense”.
El ex embajador, quien luchó activamente en los ochenta contra la dictadura de Manuel Antonio Noriega, dijo que las divisiones internas del chavismo están socavando la estabilidad del régimen.
Esas divisiones están detrás de las recientes filtraciones de información que han sido muy perjudiciales al chavismo, incluidas las declaraciones de Mario Silva, en las que el alto portavoz del régimen confesó —a un agente de inteligencia cubano— que el movimiento estaba por derrumbarse.
El chavismo quedó muy mal parado con las declaraciones de Silva, quien además dio detalles sobre la galopante corrupción dentro del movimiento, la ineptitud de sus funcionarios y las maniobras internas para propiciar la caída de Maduro.
Cochez —quien en los últimos meses ha demostrado estar muy informado sobre los asuntos de Venezuela— dijo que esas filtraciones son sólo el comienzo de lo que está por venir.
“Ellos viven matándose entre ellos”, dijo el ex embajador en un encuentro convocado por el grupo VeneVerdad, en el Tri Pazzi Ristorante de la 2600 87 Avenida del noroeste en Doral.
“Hay otras grabaciones más que están por salir”, agregó
El diplomático señaló que el fallecimiento de Chávez ha dejado muy mal parado al régimen y que el movimiento seguirá debilitándose en la medida en que la memoria de líder revolucionario continúe desvaneciéndose. Eso ha comenzado a verse, dijo Cochez.
“Ya nadie en Venezuela menciona el nombre de Chávez. Ni para bien, ni para mal. Ha ido desapareciendo [incluso en la retórica oficial] porque ya ese fantasma no les funciona”, expresó.
El proceso de invocar el nombre de Chávez ya dejó de surtir efecto porque las duras condiciones del día a día están impulsando a los venezolanos a una modalidad de supervivencia. Mencionar al fallecido mandatario hace muy poco para resolver los efectos en el bolsillo de la devaluación, o el hecho de que en el país no se consigue el papel higiénico.
El problema de la escasez de productos es uno que tiene atónitos a muchos alrededor del mundo, tratándose de que Venezuela es una nación con inmensos recursos petroleros.
“Es increíble […] el papel de mendigos que está teniendo Venezuela”, comentó el ex embajador.
“Destruyeron la agricultura, destruyeron la producción, y ahora salen a recorrer a América Latina pidiendo migajas a los demás, que le den comida. Lo peor de todo es que piden comida a través de un intermediario que es el que cobra la comisión”, apuntó.
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