La designación de la hija del expresidente Hugo Chávez como diplomática ante el organismo internacional más importante del mundo levanta ampollas en los internacionalistas y políticos de oposición, publica abc.es
Ludmila Vinogradoff / Corresponsal en Caracas
a designación que hizo el presidente Nicolás Maduro de María Gabriela Chávez como embajadora alterna de Venezuela en las Naciones Unidas, ha generado una ola de críticas e indignación sin precedentes en el servicio exterior venezolano.
El Centro de Estudiantes de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela repudió el polémico nombramiento de la hija de Chávez por no tener ningún mérito académico ni profesional que la avale para ese cargo diplomático.
Su única credencial es llevar el apellido de su padre Hugo Chávez, que gobernó a Venezuela durante 14 años hasta que murió en 2013. Por esa razón, el Centro de Estudiantes emitió un comunicado en el que «repudian la designación» y denuncian «la partidización y desprofesionalización del servicio exterior venezolano».
Los estudiantes señalan que en la actualidad es «casi imposible ingresar si no se tienen las conexiones gubernamentales necesarias y que ha tenido especial ensañamiento en contra de los graduados en estudios internacionales».
En el comunicado sostienen que «la desmejora del servicio exterior ha devenido no solamente en la reducción de oportunidades de trabajo para nuestro gremio, sino aún más importante en el decaimiento de aquel servicio exterior quedebe velar por los intereses nacionales y logre ser instrumento para el desarrollo nacional».
También «repudiamos y rechazamos que María Gabriela Chávez sin ningún mérito académico o profesional que la avale, sea nombrada como representante de nuestro país ante el organismo intergubernamental más importante del mundo».
Políticos de la oposición también se han sumado al rechazo de la designación de María Gabriela, entre ellos el ex presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Diego Arria, para quien el nombramiento tiene un doble propósito.
Arria sostiene que la primera razón sería garantizar la elección de Venezuela y «con ella Cuba por supuesto» al Consejo de Seguridad de la ONU en las elecciones que tendrán lugar en octubre próximo. «La otra razón es promocionar a la hija del ex presidente como sucesora de Maduro o quien termine este periodo hasta 2019».