Economistas advierten que “paralelo” se usa cada vez más como referencia

Economistas advierten que “paralelo” se usa cada vez más como referencia

Dólares Ventilador

El dólar en el mercado paralelo venezolano cruzó el viernes el umbral psicológico de los 100 bolívares, colocándose 16 veces por encima del tipo de cambio oficial más barato, según un portal de internet usado como referencia. Reuters

Aunque el Gobierno de Nicolás Maduro insiste en que el tipo de cambio fijo preferencial de 6,3 bolívares por dólar sirve para importar el grueso de los bienes que consume el país, economistas advierten que el “paralelo” se usa cada vez más como el referencial de la economía petrolera.





Según www.dolartoday.com, el principal portal de referencia para el mercado no regulado, el dólar se transaba en 100,49 bolívares la tarde del viernes, igual que el billete local de más alta denominación.

Otros portales menos consultados colocaban la cotización del billete verde en Venezuela en 98,6 bolívares por unidad.

En el marco del control de cambios vigente desde el 2003, Venezuela mantiene tres tipos de cambio oficiales: 6,3 bolívares por dólar y 12 bolívares por dólar para bienes esenciales y 50 bolívares para importaciones no prioritarias, estos dos últimos resultantes de una subasta estatal de divisas.

Maduro lanzó este año la modalidad de subastas cambiarias, conocida como Sicad 2, en un intento por frenar el avance del dólar en el mercado paralelo, al cual ha calificado de “golpista”.

Sin embargo, el mecanismo no ha logrado satisfacer la demanda, que sigue presionando al alza el precio del dólar no oficial, según especialistas.

El Gobierno socialista por años ha intentado frenar el avance del dólar no oficial a través de diversos mecanismos de venta controlada de dólares.

También ha hecho esfuerzos por prohibir la divulgación del precio del dólar paralelo en redes sociales y páginas web, pero no ha tenido éxito.

La caída en la oferta de divisas en el país petrolero a causa de las distorsiones creadas por el control de cambio han generado escasez de bienes de primera necesidad, que van desde desodorante hasta pañales para niños.