La intensidad del año 2014 ha servido para un despertar nacional que no tiene marcha atrás. Quien apoyó al PSUV o a la MUD, se ha dado cuenta que cometió un error: todos estos años han sido una trampa. Una trampa para mantener un status quo en el poder (dentro o fuera de Miraflores), y una situación social en la que los ciudadanos no tienen tiempo sino para sobrevivir.
Estas personas, han dejado sus diferencias a un lado y han decidido unirse por la Libertad de Venezuela.
El régimen cuenta con el menor de los apoyos desde que se instauró en el poder hace 16 años. Sin embargo eso no quiere decir, que todo ese descontento lo haya capitalizado la MUD como alternativa. Ese descontento es también con esa oposición que NO se opone, que está hecha a imagen y semejanza de quienes los necesitan para hacer el juego democrático.
Las marchas nacionales convocadas hace dos fines de semana, por el PSUV y la MUD demostraron el poco apoyo que tienen. Los que están en el poder, ya perdieron hasta la posibilidad de infundir el miedo dentro de los empleados públicos, ya no temen. Los que dicen ser opositores, quedaron al desnudo al demostrar que los barrios y las urbanizaciones NO los apoyan. Quien apoyó al PSUV, NO quiere a la MUD; quienes apoyaron a la MUD, se cansaron de ser engañados.
Es una farsa el discurso de las clases sociales: los ricos y los pobres. Este tipo de discurso es dicho por los populistas que no logran armonizar con la población y que a toda costa intentarán promover los peores sentimientos humanos para pescar en rio revuelto.
La MUD y el PSUV invitarán, o tratarán de imponer, a la población las agendas electorales: con el lánguido congreso ciudadano o la oscura y contradictoria constituyente se encaminarán hacia el proceso parlamentario del 2015. El régimen necesita demostrar una vez más que esto es una democracia, y la MUD está entusiasmada en cumplir su rol en esa ficción teatral. Las parlamentarias no se darán en el 2015, ese es un secreto a voces.
Pero, ¿Qué sucederá entonces?
La sociedad civil, asumiendo su rol desconociendo y desobedeciendo a la MUD y al PSUV está haciendo viable que políticamente se restituya el hilo constitucional. La Resistencia, es el movimiento social expresión de este fenómeno de desobediencia que sigue vivo y está creciendo cada vez más en Venezuela. El resultado de esto, será la salida del poder de los comunistas con sus falsos opositores.
Regirán al país los civiles y militares que estén a la altura del momento histórico. No hay posibilidad de que los politiqueros sigan haciendo de las suyas en el momento de cambio que vivirá Venezuela.
La Resistencia llega a su fin cuando se logre el objetivo: conquistar la Libertad y devolverle la Soberanía al país. El siguiente paso, es ser útil en la reconstrucción de Venezuela.
Ese es el fin de la era 1958-2014 y el comienzo de un nuevo período histórico-político donde la Libertad sea el valor supremo y donde se instaure una nueva democracia.
Libertad o nada