Esperar un golpe de suerte es el día a día de los diabéticos e hipertensos, entre otros enfermos que ruegan por encontrar la medicina que tanto buscan. Nelly García, jubilada e hipertensa, comenta que sufre cada vez que busca Amlodipino. “Yo vivo triste, muy triste por como estamos. Cada vez que salgo paso por las farmacias preguntando por mis medicinas siempre dicen que no hay”. Aseguró que más de una vez tuvo que ser testigo de lágrimas de impotencia. “Vi llorar gente, madres, porque no consiguen el tratamiento para sus hijos”, publica La Verdad.
“Mi nieto está enfermo con el virus chikunguña, ¿y qué te dicen en el hospital? ‘Báñenlo’. ¿Cuándo en un país habíamos visto eso?”. Mary Vivas, ama de casa, también acudió a una farmacia ubicada en la avenida Bella Vista. “Estoy buscano para el nieto su leche, hemos buscado en muchas partes y no lo encontramos. Llamamos para acá y dijeron que había. También necesitamos acetaminofén para una bebe pero tampoco lo encontramos”. Añadió que la ardua tarea se volvió cotidiana con el paso del tiempo.
Deuda
Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia, aseguró que es impactante ver a la gente sufrir por los medicamentos. “Es dramático ver cómo te dicen, en los barrios, mi esposo no tiene la medicina para la hipertensión o mi esposa no tiene la medicina para la diabetes, tiroides para todas esas enfermedades que son crónicas y que requieren medicinas todos los días. Lo que está pasando es que el 70 por ciento de escasez en materia de medicina en todo el país. Este Gobierno tiene que entender que tiene que cambiar sus políticas”.
Los decomisos que se hacen aisladamente no resuelven los problemas para el exconsejal de Maracaibo. “La industria farmacéutica de Venezuela es desarrollada acá. Muchas de las cosas se pueden hacer si el gobierno incentiva para que nosotros, en el mediano y largo plazo, produzcamos aquí lo que consumimos en materia de insumos médicos”.