El porqué Ernesto Samper no tiene visa estadounidense

El porqué Ernesto Samper no tiene visa estadounidense

Nicolás Maduro y Ernesto Samper / Foto archivo
Nicolás Maduro y Ernesto Samper / Foto archivo

 

Nicolás Maduro, solicitó ayer el apoyo del secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, expresidente de Colombia, para que asuma una iniciativa diplomática que propicie el diálogo con el gobierno de los Estados Unidos (EEUU), luego de que éste aprobara sanciones contra funcionarios venezolanos por violación de DDHH, como la revocatoria de la visa estadounidense a esos funcionarios.

Hablé con Ernesto Samper, él nos visitará el día de mañana (hoy) y le he solicitado como secretario General de Unasur, que asuma una iniciativa diplomática, para buscar un mecanismo de diálogo con el gobierno de EEUU para detener la agresión contra Venezuela”, expresó el mandatario en su programa “En Contacto con Maduro”





Lo curioso del pedimento de Maduro, es que Ernesto Samper, no tiene visa estadounidense, ya que el gobierno de EEUU presidido por Bill Clinton, le revocó la visa el 11 de julio de 1996. El anuncio lo hizo el entonces vocero del Departamento de Estado,  Nicholas Burns, quien alegó “Nuestro mensaje es claro y es simple: las personas que conscientemente ayuden a los narcotraficantes no son bienvenidas en los Estados Unidos“, dijo Burns. “Esto va en serio“, recalcó.

Era la primera vez que Estados Unidos le retiraba la visa a un presidente latinoamericano en ejercicio, y además jefe de Estado de un país considerado “amigo”, aunque el antecedente inmediato era el de Kurt Waldheim, ex secretario general de la ONU y ex jefe de gobierno de Austria, quien fue denunciado por su pasado nazi.

La información a nuestra disposición, que es bastante abundante, nos da razones para creer que el presidente Samper participó en actividades relacionadas con el narcotráfico al aceptar a sabiendas financiamiento de traficantes de drogas para su campaña presidencial“, agregó el vocero del Departamento de Estado. El vocero aclaró que la decisión fue adoptada por el presidente Bill Clinton alentado por el mismo secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher.

El presidente Ernesto Samper fue advertido en 1993 por sus mismos funcionarios de que no utilizara el dinero del narcotráfico para financiar su campaña electoral, y sin embargo, lo hizo“, dijo Burns, quien aseguró que “para Estados Unidos, Samper no ha hecho nada por defender a su país del poder de los narcotraficantes”.

 

“Me gustaría ir a Nueva York”

 

Ernesto Samper y Claudia Palacios / Foto El Pueblo
Ernesto Samper y Claudia Palacios / Foto El Pueblo

 

En una entrevista reciente que le hiciera la periodista Claudia Palacios (C.P.) publicada en El Pueblo, Ernesto Samper (E.S.) se refirió al episodio de la revocatoria de su visa estadounidense. Al respecto respondió:

C. P.: Hablemos  del tema de las drogas, a propósito de su libro y trayendo a colación la reciente salida del América de Cali de la lista Clinton. ¿Cómo ve la evolución de lo que ha sido esa lista?

E. S.: Me parece un poco curioso que hagan celebración multitudinaria porque a uno lo saquen de una lista que hizo Clinton para distinguir los buenos de los malos. Yo creo que eso es parte del problema de la prohibición, que le da derecho a unas personas a decir quiénes son los buenos y quiénes son los malos, sin ningún tipo de análisis científico, solamente por razones políticas. En el libro no propongo la legalización para salir de la utopía prohibicionista y caer en la utopía legalizadora, sino que propongo un camino para ir desarmando la prohibición y abriéndole paso a una vía alternativa que, creo que de hecho, ya está planteada.

C. P.: ¿Pero la vía alternativa tiene que ver con la legalización, en parte?

E. S.: No, con la despenalización, que es quitarle el carácter punitivo a las políticas, y buscar otras formas de corregir las conductas sociales como el consumo de drogas que puede ser la prevención, la educación, la institución social de los cultivos ilícitos. Buscar un camino alternativo que no sea “consuma cada cual lo que quiera y donde quiera y como quiera”, sino que vamos a darle otro tipo de control, un control más social que penal a las conductas relacionadas con el consumo de drogas, así como se está haciendo con el alcohol y como se está haciendo con el tabaco.

C. P.: Y mientras eso se puede implementar –porque eso es casi un cambio generacional–,  ¿qué se hace con lo que hay?

E. S.: Por supuesto que ningún país se puede dar el lujo, como está pensando Uruguay, de legalizar unilateralmente porque eso es un problema que tiene sus tentáculos para todo el mundo. Tiene que ser una decisión multilateral de Naciones Unidas, después de hacer unas reflexiones, después de estudios, de una política gradual, selectiva y concertada.

C. P.: La salida del América de la lista Clinton hace que uno se pregunte por la situación en la que están todas las personas que fueron estigmatizadas por su relación con narcotraficantes. Por eso quiero preguntarle por la situación suya.

E. S.: Mi relación con los Estados Unidos se sabe que no fue una relación buena. En mi gobierno, los Estados Unidos estuvieron en la cúspide de la política prohibicionista y tomaron a Colombia como chivo expiatorio. Fue un acto de abuso de poder: personalizar el tipo de medidas que estaban aplicando contra Colombia y llegar hasta el presidente de la república.

Yo, en ese sentido, siento que la decisión de haberme retirado la visa fue de carácter político, y en estos quince o veinte años no he hecho absolutamente nada por recuperarla porque no quiero que regrese por los canales del lobby político y tampoco tengo dinero para pagar unos abogados costosísimos. Si regresa la oportunidad de ir a los Estados Unidos, que regrese por la vía por donde se fue: la vía del reconocimiento político.

C. P.: ¿Pero le gustaría tenerla de nuevo?

E. S.: Me gustaría ir a Nueva York

C.P: ¿Por qué, a hacer qué?

E. S.: No sé. Me encanta

Los adelantos tecnológicos, precisamente estadounidenses, han permitido un desarrollo enorme de las telecomunicaciones y con ellas de las videoconferencias, tan populares en el mundo vía internet. Quizás sea la manera que Samper intentará complacer la petición de Nicolás Maduro (lapatilla.com)