Que los anaqueles estén vacíos en Venezuela es un asunto multifactorial que apenas resiste el argumento de que el país está bajo una “guerra económica” desatada por la burguesía.
Causas y consecuencias de todo tipo vienen fraguándose durante los últimos años para llegar a la impactante fotografía que se ve hoy: miles de personas madrugando para hacer colas en cualquier mercado, pasando horas –bajo lluvia, sol y entre militares– para comprar. Estas son, con cierto orden cronológico, algunas de ellas:
1. Productos claves
Estos son los productos con entre 80 y 90 por ciento de escasez en el país y que los venezolanos buscan desesperadamente: leche (la líquida pasteurizada no se consigue hace un año, solo la larga duración y en polvo). Margarina, mantequilla, azúcar, carne de res, pollo, pasta, queso, harina de maíz, harina de trigo, aceite, arroz, café, papel higiénico, pañales, detergente para ropa, jabón en barra, cloro, lavaplatos, champú y jabón de tocador.
2. Control de precios
Desde el 2003, el Gobierno decretó una lista inicial con 165 productos –sobre todo, alimentos esenciales y productos de higiene personal– cuyos precios serían fijados solo por el Ejecutivo nacional. Durante los primeros años esa fijación estuvo acorde con el aumento inflacionario, pero desde el 2007 la brecha entre costos de producción y el precio fijado aumentó y llevó a muchas empresas al cierre o la quiebra por falta de ganancias. Los productos regulados son los que menos se consiguen.
3. Control de cambio
También en el 2003, el gobierno de Hugo Chávez decretó un control total en el sistema de distribución, compra y venta de divisas. Del 2005 al 2009, ante las fallas de producción de algunos bienes, comenzó un plan masivo de importaciones que llenaron los anaqueles con productos extranjeros a bajos precios. En el 2010 empezaron fallas en el control de cambio para la importación. En el 2013 se denuncia la pérdida de unos 25.000 millones de dólares.
4. Inflación
Durante los últimos 10 años, en Venezuela existe un aumento de la inflación –índice general de precios- de 1.250 por ciento, y en los productos regulados, a pesar del control de precios, el aumento ha sido de 500 por ciento. Durante el 2014, el rubro de alimentos y bebidas aumentó oficialmente su precio en 92 por ciento, según cifras del Banco Central de Venezuela.
5. Nacionalización de empresas
A partir del 2006, el Gobierno emprendió una oleada de intervenciones y compra de empresas en las áreas eléctrica, siderúrgica, cementera y petrolera, pero en el 2009 la emprende con el área alimenticia para acelerar “la transición al socialismo”: torrefactoras de café, centrales azucareras, arroceras y productoras de pasta; la principal distribuidora de semillas, Agroisleña; una empresa de lácteos (además centralizó toda la compra de leche en polvo), frigoríficos, expropió unas 10.000 hectáreas de fincas de ganado y leche, al menos cinco empresas de producción de harina de maíz, dos fabricantes de aceite, además de las cadenas de supermercados Éxito y Cada, entre otros.
6. ‘Bachaqueo’ (reventa)
Mucha gente, sobre todo de escasos recursos, ha encontrado en el desabastecimiento de productos una forma de hacer negocio a través de la reventa, y hacer las filas para comprar se ha convertido en su trabajo. Vendedores informales y bodegas no supervisadas revenden los productos regulados hasta diez veces por encima del precio legal. Así, en cualquier sector popular, se puede conseguir una botella de aceite a 70 bolívares (regulada a 12 bolívares), un paquete de arepas a 50 bolívares (regulado a 12) y un kilo de leche en polvo a 400 (regulado en 70). Familias y restaurantes contratan personas para que compren los productos regulados a cambio de un sueldo o pago extra por producto.
7. Contrabando
Sobre todo en las zonas fronterizas se ha acentuado el contrabando de productos básicos, que, según declaraciones del Gobierno venezolano, el año pasado lograba sacar hasta 30 por ciento de los alimentos hacia Colombia. Aunque desde hace seis meses se comenzó a ejecutar un plan de cierre nocturno de frontera y control de transporte, ello no ha mejorado el abastecimiento en los mercados venezolanos.
8. Acaparamiento doméstico
El nerviosismo en el país es visible y no todo es ‘bachaqueo’ o contrabando. La gente compra más productos regulados de lo que necesita en el momento, y logra acumular, sin control alguno, cantidades de leche o papel higiénico fuera de lo que era su rutina de compras.
9. Precios del petróleo
El desabastecimiento actual existe a pesar de que los ingresos de Venezuela por concepto de renta petrolera han sido excepcionalmente altos hasta octubre del 2014, cuando comenzó la caída del precio de barril de crudo -de 90 dólares el barril en el 2014 llegó hasta 38, y hoy está en 51-.
A partir de marzo del 2015, cuando el país empiece a cobrar sus facturas petroleras al precio bajo, la previsible caída de ingresos (se estima que Venezuela no percibirá más de 30.000 millones de dólares) de seguro mermará más su capacidad de producción aún, y las facilidades de importar.
10. Empresarios presos
La agudización de la escasez durante el 2015 y el aumento de las compras nerviosas llevó al Gobierno a asegurar que ha arreciado la “guerra económica” en su contra, por lo que emprendió acciones de fiscalización y detención de empresarios para atacar el problema, acusados de conspiración. Hasta ahora son 20 los encarcelados, entre ellos dos de la cadena de farmacias Farmatodo.
Vía El Tiempo.