El Gobierno de Nicolás Maduro se muestra incómodo ante la posibilidad de que una comitiva encabezada por el ex presidente español, Felipe González, desembarque en Caracas enarbolando la bandera de los derechos humanos. El prestigio de González, querido por la derecha y la izquierda en el continente, es una armadura consistente, pero podría resultar insuficiente en un mundo al revés como Venezuela.
Las señales de la administración bolivariana son continuas. El último en mover ficha fue ayer el vicecanciller venezolano para Asuntos Europeos, Calixto Ortega, quien no dudó en criticar la decisión de González de participar en la defensa de los opositores encarcelados Leopoldo López y Antonio Ledezma como asistente extranjero.
«Pareciera que Felipe González se ha sumado a esta acción de (desprestigio de Venezuela) de la derecha de España, donde desde el 1 de enero se sacaron más de 900 publicaciones en contra de nuestro país», dijo.
Preguntado por si el Gobierno venezolano permitirá a González entrar en el país, Ortega indicó que si el expresidente del Ejecutivo español «viene a Venezuela a trabajar (…) tiene que tener una visa de trabajo».
En cuanto a la participación de González en la defensa de López y Ledezma, Ortega criticó que el ex presidente del Gobierno español se olvide de las 43 personas que murieron en las protestas de febrero de 2014 contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
No es la primera vez que una autoridad venezolana insinúa que se le denegará a González la entrada en el país. «Una persona como ésta, que quiere ingresar como un procónsul a interferir, lo menos que puede hacer un Gobierno serio es ponerlo en un avión y enviarlo a su casa», comentó recientemente el vicepresidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea venezolana, Saúl Ortega.
Por su parte la ministra de Asuntos Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, avisó al ex presidente del Ejecutivo español de que no puede ejercer la abogacía en Venezuela y le pidió «no entrometerse en asuntos internos».
Además, los diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Darío Vivas, Gladys Requena y Adel El Zabayar cargaron contra Felipe González por presentarse como «suprajuez» cuando, en realidad, está defendiendo «la corrupción, la violencia y el terrorismo de Estado» que ha venido sufriendo el país sudamericano.
Según fuentes del Ministerio de Comunicación, la intención del Gobierno es que González nunca tome ese avión. Se está presionando a través de la embajada en Madrid para que el ex presidente desista de emprender el viaje. Una vez más, se recuerdan los intereses económicos de España en el país caribeño y el gran número de expatriados españoles que residen.
Ayer también conocíamos que otros ex mandatarios se sumaban a la causa. El que fuera presidente de México Vicente Fox aseguró que Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) «deben alzar más la voz» ante la crisis política que atraviesa Venezuela, en referencia al encarcelamiento de estudiantes y dirigentes opositores al régimen de Nicolás Maduro.