Maduro amenaza con leyes para estatizar distribución de alimentos

Maduro amenaza con leyes para estatizar distribución de alimentos

Foto AFP
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El presidente socialista Nicolás Maduro prometió en este Día del Trabajo impulsar leyes propiciadas por sectores obreros para nacionalizar la distribución de alimentos, y anunció aumentos de salarios en una Venezuela agobiada por la escasez y una inflación descontrolada.

Durante toda la semana Maduro había prometido que este 1 de mayo divulgaría “una serie de medidas para ganar la guerra económica por la vía del socialismo” en un marco de crecientes rumores sobre planes de intervención de empresas, en especial un gigante productor de alimentos.

Pero en su discurso bajo un sol de plomo a la hora de la siesta, Maduro –sin despojarse de una colorida y pesada chaqueta deportiva– comunicó un aumento de salarios de 30 por ciento, la “instalación de Consejos Populares de Abastecimiento y Producción” y recibió de una sindicalista las propuestas de leyes.





Proponemos “nacionalizar la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad, presentando en 30 días un proyecto de constitución de la corporación de transporte que detenga el acaparamiento, el desvío de productos y el contrabando fuera de nuestro país”, leyó la representante.

“Tengo la ley habilitante lista para los próximos días y semanas asumir el compromiso que nos ha entregado esta trabajadora, esta mujer”, replicó Maduro en referencia a los superpoderes que recibió del legislativo unicameral y que le permiten este año gobernar por decreto en materia económica.

El gobierno ya controla, según estimaciones, alrededor de la mitad de la distribución de alimentos a través de diferentes programas.

– Trabajadores vs oligarquías –

Maduro –quien por la mañana estuvo en el desfile del 1 de mayo en La Habana junto con su gran aliado Raúl Castro– también dijo que los flamantes consejos populares de abastecimiento son “el instrumento que va a garantizar que ustedes, hermanos trabajadores, sean los protagonistas de esta lucha entre las mayorías trabajadoras y las minorías oligárquicas”.

Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras mundiales, sufre un desabastecimiento estimado en la falta de dos de cada tres bienes básicos, mientras la inflación en diciembre pasado –último dato oficial– rozó el 70% y según cifras extraoficiales ya rozaría el 100% anual.

El gobierno denuncia desde 2013 una “guerra económica” en su contra por parte de la oposición y empresarios, a los que acusa de sabotear la economía, especular y realizar toda clase de fraudes.

Los sectores empresarios y la oposición culpan por la situación a la corrupción, ineficiencia estatal, y las distorsiones económicas surgidas por controles de precios, déficit fiscal desbocado por arriba de 20 puntos del PIB y tipos de cambio subsidiados casi 50 veces por debajo del valor internacional.

La acuciante situación económica venezolana incluye un aparato productivo que se encontraba en contracción antes de la caída del petróleo en 2014.

En 2015, un año en el cual el chavismo enfrenta elecciones claves donde puede perder el control del Legislativo, Maduro advirtió que enfrentaría a “una oligarquía” que “lleva los hilos de la distribución de productos y especulación”.

Según datos de encuestadoras, más de 60% de los venezolanos consideran que el gobierno debe apoyar a las empresas privadas.

– Radicalizar la revolución –

Hace un par de semanas, Maduro dijo que había que “radicalizar la revolución”, señalando que “ya basta de tanta reunidera” con empresarios, pues a su juicio no se puede “creer en la burguesía”.

El gobierno, con un modelo económico estatal centralista, ha extendido los controles sobre los precios de muchos productos y servicios de la economía, afirmando que de esta manera evita la usura “de los empresarios capitalistas”, reiterando que la inflación en Venezuela “es inducida”.

Por ello desde noviembre de 2013 está en vigencia la “Ley de Precios Justos”, firmada por el Maduro, quien aseguró entonces que daría equilibrio “entre el costo de cada producto, la ganancia y los precios justos”, ayudando además a detener la “guerra económica”. AFP