Manuel Felipe Larrazábal señaló que las importaciones de este cereal son exclusivas del Gobierno. Reiteró la solicitud de que el Ejecutivo le venda el maíz blanco importado a un precio justo, equivalente al valor de importación
“En el circuito agroproductivo de todos los países, los productores agrícolas tienen su rol y la agroindustria tiene el suyo. Las distorsiones se producen cuando no existen políticas públicas claras que promuevan la producción nacional en todo el circuito”, expresó Manuel Felipe Larrazábal, director general de Alimentos Polar, en respuesta a las recientes declaraciones del ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil, quien acusó a la empresa de distorsionar el mercado de cereales por no sembrar su propio maíz.
Larrazábal aclaró que las empresas del sector no importan maíz blanco, puesto que el Gobierno Nacional se reservó esta actividad.
Según el vocero de Alimentos Polar, con la industrialización de la harina precocida de maíz, en 1960, se generó un efecto dinamizador en el campo venezolano, pues los productores tuvieron grandes incentivos para sembrar y vender sus cosechas a la agroindustria, que requería grandes cantidades de maíz. Entre 1960 y 1999, la producción nacional de maíz blanco aumentó de 439.490 toneladas a 1.149.452 toneladas, y el país fue capaz de autoabastecerse hasta 2007.
“De haber continuado así, hoy no sería necesario que el Gobierno Nacional utilice divisas para importar maíz blanco. Lamentablemente, la producción nacional ha caído más de 40%; ahora 40% del maíz blanco es importado y el único que importa es el Gobierno Nacional”, explicó Larrazábal.
Indicó el director de Alimentos Polar: “Siempre hemos trabajado de la mano con los productores nacionales, que son quienes tienen el conocimiento y son excelentes en lo que hacen. Nuestra orientación es desarrollar proveedores nacionales de materia prima porque somos una agroindustria, no sembramos, nuestro trabajo es procesar alimentos y agregar valor. Los productores venezolanos hacen grandes esfuerzos por mantenerse y ser eficientes. Es un sector que tiene que ser apoyado”.
En todos los países de América Latina y del mundo la actividad agrícola y la agroindustria son actividades separadas. “Así ocurre, por ejemplo, en los países del ALBA, Unasur y Celac, y en especial en Brasil, que ha llegado a convertirse en una gran potencia agrícola y agroindustrial. Por cierto, ninguno de estos países han recurrido a férreos sistemas de controles de precios ni de cambio”.
Larrazábal recordó al ministro que está pendiente el tema del precio justo del maíz blanco importado por el Gobierno. “La Corporación CASA pretende vendérnoslo a más del triple del precio en los mercados internacionales”, finalizó el representante de Alimentos Polar.
Apoyo al agro
Empresas Polar creó en 1986 el centro de desarrollo agrícola Fundación Danac, una institución sin fines de lucro destinada a realizar investigación y transferencia de tecnología, con el objetivo de impulsar el desarrollo de los sistemas agroalimentarios y los cultivos en el campo venezolano, a través del mejoramiento de semillas de maíz y arroz.
Durante más de 28 años de historia, Fundación Danac ha apoyado al sector agrícola a lo largo de la cadena de valor en todo el país, destacando las siguientes iniciativas:
- Desarrollo de cinco cultivares de arroz y 23 de maíz, autorizados por el Servicio Nacional de Semillas (Senamem) para la producción de semillas certificadas en Venezuela
- Para los años 2012-2014 se produjo la semilla de arroz necesaria para sembrar el 75% de la superficie disponible para el cultivo, solo con la variedad de Fundación Danac llamada SD20A
- Desde 1986 se han transferido al campo más de 4.511.280 Kg de semilla de maíz blanco, suficientes para la siembra de cerca de 225.500 hectáreas
- Se han capacitado más de 21.300 agricultores, estudiantes, productores, técnicos y especialistas del agro en actividades de divulgación científica y tecnológica y formación agrícola
- Es la única institución del país que desarrolla híbridos de arroz