El senador uruguayo Pablo Mieres arribó hoy a Venezuela para unirse al grupo de legisladores españoles que el miércoles pasado llegó a Caracas invitado por la oposición del país caribeño y podrá alistarse para participar en la visita de este viernes al detenido dirigente Leopoldo López.
Lilian Tintori, esposa de López, escribió en su cuenta de Twitter: “Le damos la bienvenida al senador @Pablo_Mieres. Gracias Uruguay por venir a Venezuela! #SenadoresConVzla”.
Mieres, del Partido Independiente de Uruguay (PI), se sumó así a la comitiva conformada por los senadores españoles Dionisio García, del Partido Popular (PP); Iñaki Anasagasti, del Partido Nacionalista Vasco (PNV); Ander Gil, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y Josep Maldonado, de Convergència i Unió (CiU).
El martes pasado, Mieres dijo a Efe: “Nosotros hemos sido desde hace mucho tiempo solidarios con la situación venezolana, estamos preocupados, queremos ayudar a que el proceso venezolano se encauce hacia la recuperación de las libertades y de los derechos de la gente”.
El también presidente del PI dijo entonces que le parece que en Venezuela “hay un deterioro importante de las condiciones de la democracia y de la protección a los derechos humanos”, por lo que siente la responsabilidad “de ser solidarios y ayudar y buscar que se encauce hacia un funcionamiento democrático pleno”.
El senador uruguayo llega a Caracas a tiempo para cumplir con la última parte de la agenda de los españoles que hoy intentarán visitar a López, preso en la cárcel militar de Ramo Verde desde febrero del año pasado acusado de delitos relacionados con la violencia desatada durante una protesta antigubernamental.
Asimismo, en el último día de visita, los senadores españoles, y ahora junto a Mieres, difundirán la llamada “Declaración de Caracas”, en la ofrecerán sus puntos de vista acerca de lo que observaron en Caracas en los tres días de reuniones con diferentes sectores de la sociedad venezolana.
Ayer, el grupo intentó sin éxito visitar al exalcalde preso Daniel Ceballos, aunque aún mantienen la esperanza de poder verlo en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). EFE