La aprobación a la gestión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cayó en julio a un 24,3 por ciento, según una encuesta de la firma local Datanálisis difundida el jueves.
Maduro, un ex chofer de autobús de 52 años, enfrenta un difícil panorama con una recesión económica, escasez de productos básicos y la inflación más alta de América en medio de millonarios pagos de deuda externa, que podrían pasarle factura a su partido en las parlamentarias de diciembre.
A fines del año pasado, la aprobación del heredero político del fallecido Hugo Chávez tocó un mínimo de 22,8 por ciento. Sin embargo, a partir de allí repuntó hasta 28,2 por ciento en marzo, para volver a caer en mayo a 25,8 por ciento.
Según el sondeo, realizado entre el 10 y el 23 de julio con un nivel de confianza del 95 por ciento, un 70,4 por ciento de los encuestados desaprueba su gestión y casi nueve de cada 10 consultados creen que la situación del país es “negativa”.
La baja aprobación de Maduro no es extraña en América Latina. Dilma Rousseff, en Brasil, y Ollanta Humala, en Perú, tienen índices aún menores. Sin embargo, durante sus 14 años de gobierno socialista, Chávez puso la vara muy alta en términos de popularidad en la polarizada Venezuela.
Desde que asumió como presidente del país petrolero dos años atrás, la popularidad de Maduro ha perdido terreno a medida que la crisis económica empeora con el desplome de los pecios del petróleo, fuente del 90 por ciento de los ingresos del país.
Maduro atribuye los problemas económicos a la oposición política que, dice, se apoya en Washington para buscar sembrar el caos y derrocarlo. Dichas acusaciones han sido negadas.
Según el sondeo, el oficialismo perdería la mayoría que ostenta en la Asamblea Nacional en las elecciones del 6 de diciembre al alcanzar sólo el 28 por ciento de los votos, frente al 50,7 de la oposición.
Por otro lado, la encuesta de Datanálisis coloca al apresado Leopoldo López como el líder opositor con mayor aceptación, con 41,5 por ciento, seguido de cerca del dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, con 40,7 por ciento.
Reuters