Desconsuela hablar con la gente de Los Roques en este momento. Lo que fue un paraíso para nacionales y extranjeros, el destino que apareció entre los más famosos del Caribe, con ilustres visitantes que llegaban a broncear su piel, comer langosta o pasar horas bajo la chapa de sol buscando un pez ratón, tuvo una escasa ocupación de 30% en las vacaciones que acaban de concluir. Ya son muy pocos los extranjeros que aparecen por esos predios. Es tan complicado venir a Venezuela que cualquier otra playa es preferible aunque no goce de las mismas bondades. Para los venezolanos es impensable. Son poquísimos los que pueden pagar el alto costo del pasaje y luego posadas, comidas y traslados. Pero ojalá que eso fuera todo. Valentina Quintero/El Nacional
El comunicado titulado “Nuestra alerta azul sobre el Parque Nacional Archipiélago de Los Roques” es elocuente. Está firmado por la Asociación de operadores de turismo de Los Roques (Asoturroque).
En silencio. “Como miembros de la comunidad de Los Roques queremos expresar públicamente nuestra preocupación por las condiciones en las que se encuentra nuestro parque nacional y la de todos quienes aquí habitamos. El archipiélago de Los Roques no es solo nuestro hogar, es también uno de los destinos turísticos más emblemáticos nacional e internacional. No queremos seguir observando pasivamente, mientras el día a día transcurre tratando de resolver distintas situaciones. Por respeto propio, a nuestra gente, a nuestros niños, no podemos seguir en silencio”. Así comienza el comunicado.
Reclaman que desde el momento en que Los Roques fue nombrado Territorio Insular no se consulta nada con los pobladores. Han nombrado tres autoridades, todos militares. El más reciente fue el almirante Gilberto Pinto que salió del cargo hace unas semanas para ir como candidato a la Asamblea Nacional por el estado Sucre. Ya hay un nuevo almirante. Siempre son designados por el Presidente de la República y siempre militares.
Aseguran que la nueva terminal aérea es de una escala exagerada, innecesaria para los servicios del Gran Roque que hubiera funcionado perfectamente con un gran caney donde entrara el viento y se luciera de una vez el mar. Lo contradictorio es que se asignan recursos para esta obra y no para aumentar la pista en 100 metros, a pesar de que se hizo la deforestación hace algunos años. Con este centenar de metros, los aviones frenarían con mayor seguridad y podrían llegar otro tipo de aeronaves.
En este momento solo hay un vuelo de Aereotuy con un avión que tiene capacidad para 40 pasajeros. Esta aeronave requiere mantenimiento muy pronto. Todos los roqueños ven con horror que paralice sus actividades pues se quedarían incomunicados por aire. La aerolínea Chapi fue enviada a Higuerote y como ese aeropuerto no cumple con las condiciones, no le han permitido continuar operaciones.
Sin agua. La única forma de proveer de agua a Los Roques es con una planta desalinizadora. No hay otra alternativa. Así ha sido por años. Pues se compró una desalinizadora con capacidad para producir un millón de litros de agua diarios. Está en el Gran Roque desde hace meses, pero olvidaron adquirir las piezas para instalarla. Se dice que no hay dinero para resolver el problema pero sí lo hay para hacer una terminal gigantesca que llenará de concreto la entrada al Gran Roque. La situación se ha hecho tan crítica, que a la visita han tenido que darle un tobito para que se quite el agua salada, sin importar la tarifa que tuvieron que cancelar por los servicios de la posada. Los militares han procurado llevar agua en gabarras pero no es suficiente.
Aseguran que cada día ruedan más vehículos por las calles de arena, que eliminaron los pocos espacios verdes, y que desaparecieron los árboles con los cuales se protegían de la chapa de sol.
Indican que ningún destino turístico puede funcionar sin servicios básicos: electricidad, agua, gas, combustible y sistema de recolección y tratamiento de aguas negras y basura. Solo la electricidad es confiable y han mejorado los servicios de salud y el aseo. Pero el sistema de disposición de aguas servidas (cloacas y planta de tratamiento) nunca se concluyó y se comenta que las aguas negras se bombean al mar.
De los 4 o 5 barcos de cabotaje que atendían semanalmente el suministro de Los Roques, solo quedan 2. Esto ha generado un feroz desabastecimiento y unos precios impagables de lo poco que llega. Hay racionamiento de combustible tanto para la actividad pesquera como para la turística.
Lo que piden los pobladores de Los Roques es ser escuchados. Que se trabaje de manera coordinada, comunidad y autoridades, para fijar prioridades y resolver los problemas por el bien del pueblo y del país.
“Hoy queremos expresar nuestro compromiso de seguir aquí, haciendo vida y trabajando honrada y apasionadamente en lo que sabemos hacer. Cada uno de nosotros tiene algo que aportar y queremos hacerlo. Ha llegado el momento de que todos reflexionemos sobre el futuro de Los Roques”, concluye el documento.