Largas colas de personas y alboroto se observaron la mañana de ayer en las afueras del Abasto Bicentenario, ubicado en el centro comercial Judibana de Puerto La Cruz, para adquirir pollo congelado a precio regulado.
Quejas por el fuerte calor y gritos de rabia de quienes defendían sus puestos de otros que intentaban colearse para comprar las tres aves beneficiadas por 500 bolívares, fue lo que más se escuchó en las filas desde las 9:00 de la mañana.
Aunque la mayoría de los consumidores que acudieron al abasto antes de abrir, a las 7:00 am, salieron con las manos vacías, a la media hora llegó un camión que descargó varias cajas del rubro. Fueron pocos los que tuvieron la suerte de adquirir el producto antes de que la noticia corriera como pólvora.
Un ama de casa que reside en el casco central porteño y, quien no quiso identificarse, indicó que hizo la cola con su esposo desde la madrugada y cuando no vieron artículos regulados se fueron a recorrer otros establecimientos.
“Antes de las 8:00 am se corrió el rumor de que iban a descargar la cava. Me tuve que venir a hacerle la cola a mi esposo, que es a quien le toca comprar hoy (ayer), mientras él se quedó entre el Central Madeirense y Unicasa tratando de conseguir papel y toallas sanitarias. Ya habían repartidos unos números, pero una chica de la fila marcó las cédulas para llevar el control“, agregó.
Supuestamente, entre las las primeras personas que estaban en la fila repartieron 300 tickets.
CONFUSIÓN
A las 11:00 am, cuando el sol estaba inclemente, se registró una pelea y de inmediato se escucharon unos disparos. Al mismo tiempo los trabajadores de los locales cercanos bajaron las santamarías.
Ante la confusión, todos fijaron sus miradas hacia el lugar donde surgió el alboroto, pues querían saber qué había pasado.
El comerciante José Martínez comentó que un joven iba a pasar sin número y los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) lo golpearon y la gente se molestó.
Sin embargo, el ama de casa Yuletzi Cumana, quien estaba más cerca de donde ocurrió el incidente, explicó que una funcionaria de la GNB había estremecido a un muchacho porque no tenía ticket, éste se defendió y cuatro castrenses, al parecer, se le fueron encima y lo maltrataron.
“La cola con número tiene horas que no se mueve porque los guardias pasan a quienes les da la gana“, agregó.
Orden
Yésica Tahíbe sugirió colocar más orden en las ventas. “Si usan números, deberían cerrar los portones y sólo dejar pasar a quienes los tienen”.