Cada vez son más alarmantes las cifras sobre la crisis alimentaria en Venezuela. Algunas estadísticas se conocen, otras se ocultan, y peor aún, se maquillan para tratar de camuflar la cruda realidad que vive en el país en esta materia.
Por El Mismo País
La doctora Marianella Herrera de la Fundación Bengoa, estuvo el martes 14 de los corrientes en la Asamblea Nacional, en el auditorium del Museo Boliviano, alertando a la colectividad nacional sobre los perversos efectos del hambre en la población, en especial en la incidencia de enfermedades graves entre los sectores más vulnerables.
“Hay niños que se desmayan en las escuelas porque fueron sin desayuno, hay incluso ancianos y también niños que han fallecido porque son los sectores más vulnerables”. La doctora Herrera refiere igualmente casos graves en las poblaciones indígenas en la Guajira venezolana.
Resalta la dramática disminución del número de alimentos en un desayuno típico que solían hacer los venezolanos. “Al menos 9 alimentos había en lo que podía ser un desayuno típico en Venezuela. Por ejemplo una arepa de reina pepiada, donde hay harina de maíz, mayonesa, pollo o gallina, cilantro, aguacate y se le sumas un café con leche y un vaso de jugo vemos el contraste con la cruda realidad de hoy: apenas una arepa con margarina, y eso cuando se consiguen ambos alimentos”.
La médico nutricionista refiere también la notable diferencia que hay entre la elección de un simple plato de caraotas y otro de lentejas. La cantidad de antioxidantes del primer alimento lo hace especialmente efectivo para prevenir la incidencia de enfermedades como el cáncer. Ya hoy en día la gente no solo no consigue las caraotas sino que además, cuando las consigue, la población más pobre ya no puede cocinarlas por el enorme consumo de gas que implica la preparación de las caraotas.
La experta en nutrición cuestiona de paso las estadísticas que ha venido utilizando la FAO (la Organización para la Alimentación y la Agricultura, conocida por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization) como indicadores para reconocer los logros del gobierno cuando en realidad científicos de las universidades y expertos en salud señalan las deficiencias de esos parámetros para reflejar la realidad que viven los venezolanos.
El hambre y la subnutrición son las causas que originan la mayoría de las enfermedades en los pacientes hoy en día en Venezuela. Este problema se ha agudizado y no se vislumbra de parte del gobierno nacional un cambio de políticas que cambie este panorama aterrador y pueda devolverle a los venezolanos la salud y el bienestar que se merecen.