Siéndole – por entonces – imposible postergar aún más el tratamiento público del tema, por fin acudió el presidente Nicolás Maduro a la Asamblea Nacional el día 6 de julio de 2015 para ventilar el caso de El Esequibo. Al respecto, recordó el diputado Luis Barragán, “fue una tormentosa y larga perorata en la que, por cierto, evidenció un riesgoso desconocimiento de la materia, pues, inaceptable para alguien que desempeñó por varios años la cancillería, confundió el laudo arbitral con un tratado”.
“Hasta el sol de hoy, no ha rectificado el gobierno venezolano. Fue también ineludible que la anterior Asamblea Nacional escenificara el único debate que dio sobre el tema. No hay todavía una Política de Estado en la materia e, incluso, propuestas legislativas muy concretas en la materia, formuladas por la oposición, las desechó Maduro Moros y, a lo sumo, nombró una Comisión Presidencial para Asuntos Fronterizos, cuyo trabajo desconocemos respecto al problema esequibano”.
Acotó el parlamentario: “Ya sabemos cuán lejos hemos llegado con la crisis humanitaria que desmiente la tal soberanía alimentaria que predican y nada extraña el inmovilismo oficial en torno a la histórica reclamación. Y es que tampoco hay información y respuesta del gobierno venezolano respecto a la confirmación del descubrimiento por la Exxon Mobil de un formidable yacimiento petrolero con el pozo Liza-2 del bloque Stabroek, ubicado en las aguas en reclamación; una poderosa emisora radial guyanesa emite su programación a solo seis kilómetro del estado Delta Amacuro; o todavía no se sabe de alguna mención pública del embajador venezolano en la ONU en relación a El Esequibo, quien se supone ha de monitorear el problema”.
Finalmente, observó: “Nada aportan las excesivas y hueras consignas oficialistas, mientras no defienden en realidad nuestra integridad territorial, dependientes de las directrices de la dictadura cubana. Insistimos: El Esequibo urge de una Política de Estado”.