María Corina Machado no para de recorrer el país. Esta semana fue el estado Mérida el que la recibió. Desde allá, la coordinadora nacional de Vente Venezuela reiteró un mensaje a la MUD, a raíz del pronunciamiento que la presidente del CNE, Tibisay Lucena, hizo el pasado martes en la sede del organismo comicial y que establece, peligrosamente, lapsos para el referendo revocatorio para que, de realizarse, sea en el año 2017.
En un pronunciamiento oficial de su partido, Vente Venezuela, Machado junto a otros dirigentes de la tolda azul, fueron tajantes al decir que no aceptan la fecha ofrecida por Lucena para la recolección del 20 % de las firmas necesarias para convocar al referéndum. Hicieron, además, un llamado a la MUD para que convoque a una reunión de emergencia de todos los sectores del país, en el que se acuerden las acciones contundentes para responder a esta pretensión del régimen.
Sobre esto conversamos con la dirigente precisamente en el estado Mérida, donde realizó numerosos actos de masa.
LP: El pasado martes, Tibisay Lucena, presidente del CNE, convocó a todo el cuerpo diplomático para hacer un gran anuncio que, según la normativa y lo que se esperaba, consistiría en convocar a la recolección del 20% de las firmas para el revocatorio en septiembre. Sin embargo, no solamente no se hizo ese anuncio, sino que Lucena dijo que de tener lugar esa convocatoria sería a finales de octubre. De inmediato hubo dos reacciones: quienes dijeron que esa fecha aún permitía la realización del revocatorio este año (Henrique Capriles y la MUD, entre otros), y quienes dijeron que este anuncio era la negación del revocatorio en 2016. ¿Cuál es su posición al respecto?
MCM: A nadie puede sorprender esta reacción de Tibisay Lucena, porque el régimen está dispuesto a todo con tal de mantenerse en el poder y para ello, en el mejor de los casos, llevar el revocatorio a 2017. Con el nombramiento de Néstor Reverol como Ministro de Interior y Justicia, recién indiciado por narcotráfico, quedó claro que ya no les importa pagar cualquier costo político, dentro o fuera del país.
Tibisay Lucena ha tomado una decisión que puede calificarse de criminal, porque en la práctica, más allá de los tecnicismos del proceso para la convocatoria del revocatorio y de la evidente violación a la Constitución, en la práctica, le está entregando dos meses y medio a Nicolás Maduro. Dos meses y medio de hambre, miseria y muerte. Cada día que pasa mueren venezolanos por hambre y de mengua. Lucena es tan responsable como el régimen del daño criminal que se le hace a nuestro país postergando la salida de Maduro y su régimen del poder.
Por lo tanto, lo que corresponde es rechazar la fecha del CNE a través de la más formidable presión ciudadana, para que Maduro entienda que o hacen el referéndum este año o los ciudadanos lo obligaremos a renunciar.
LP: El sábado 6 de agosto, tres días antes de ese anuncio, en un acto de su partido, Vente Venezuela, ustedes hicieron un llamado a que se fije una fecha tope al CNE y que de no cumplirse, se convoque a la desobediencia cívica nacional. ¿No es esto un llamado a la insurrección y por lo tanto un golpe de Estado?
MCM: El golpe de Estado en Venezuela es continuado y lo ha dado Maduro y su régimen. Y eso incluye el pronunciamiento de Tibisay Lucena que viola la soberanía popular. Si algo debemos tener claro es que el 6 de diciembre se emitió un mandato, que estamos obligados a cumplirlo todos, tanto el régimen como la oposición; nadie puede desacatar o negociar la orden emitida para el cambio de régimen sin demora en Venezuela. Por lo tanto, los venezolanos tenemos no solo el derecho sino la obligación constitucional y ética de remover constitucionalmente a Maduro del poder. La propia Constitución así lo establece: la obligación ciudadana de hacer respetar la Carta Magna.
Desde Vente hemos convocado a nuestros conciudadanos a preservar un derecho inalienable: la libertad. Cuando un régimen cierra todas las vías institucionales, la rebeldía ciudadana y la desobediencia cívica son un deber ciudadano.
LP: ¿Pero con qué se come eso de la desobediencia cívica? Hábleme de acciones concretas, por favor.
MCM: Hay quienes han pretendido hacernos creer que resistencia es violencia, que la única forma de enfrentar al régimen es con votos o si no, agarrar un fusil e irse a la montaña. Eso es falso. Desobedecer es aun más que resistir. La desobediencia civil no es un acto de violencia; es un acto de conciencia. Las dictaduras se sostienen porque la gente obedece. Pero tan pronto como comienza la desobediencia, la tiranía cae.
Qué sentido racional o ético tiene acatar a un gobierno que deliberadamente mata de hambre a la gente; que ha promovido la violencia y el colapso de las instituciones? Ninguno! Cada ciudadano tiene el derecho, y el deber moral de desacatar toda orden que atente contra su vida, su dignidad o su libertad.
La desobediencia civil no significa inmolarse, es un acto que requiere la preparación y la organización de la gente para desacatar y resistir.
Y esta rebeldía cívica que se vive hoy en Venezuela; es la de las mujeres de Ureña que después de un año lograron abrir la frontera enfrentándose a la barrera de la Guardia Nacional; la de los empleados públicos que se niegan a acudir a los actos del régimen y que firmaron la solicitud de referéndum revocatorio; la de los trabajadores que se negaron a acatar la resolución del Ministerio del Trabajo que instauraba el trabajo forzado; la de los médicos de Mérida que a pesar de los golpes, hacen la primera huelga de hambre en nuestra historia de este sector; la de los ciudadanos militares que se niegan a reprimir a las mujeres que claman por comida. Toda protesta social es una muestra de desobediencia. Esta rebeldía ciudadana crece cada día en toda Venezuela y desembocará en la desobediencia general.
LP: Usted planteó críticas en esa declaración a la actitud de la MUD, y dijo que debía convocar a una amplia reunión con todos los sectores para definir acciones conjuntas. ¿Ya la contactaron para hacer esa reunión? ¿Ha recibido alguna respuesta? ¿Está unida la Unidad?
MCM: He insistido en la urgencia de proceder a una profunda reflexión y autocrítica sobre lo que hemos hecho para enfrentar y derrotar al régimen, y lo que tenemos que hacer de ahora en adelante. Nuestra lucha no es política ni electoral, es una lucha existencial que involucra a todos los ciudadanos. Por lo tanto, insistimos en que es indispensable convocar un gran Movimiento Cívico Nacional para restaurar la Constitución y la Democracia. Ello consiste en articular a los distintos sectores que representan las fuerzas ciudadanas que hoy resisten, enfrentan y son necesarias para derrotar a la dictadura. Me refiero a los estudiantes, los trabajadores, los campesinos, los profesionales, los médicos, las enfermeras, la academia, la Iglesia. Vamos a un encuentro urgente entre todos los actores políticos, sociales y económicos del país.
Aún no he recibido respuesta de la MUD a este planteamiento, y las horas están pasando y es el país el que exige respuestas. Respuesta a cuál es la fecha tope, máxima, que le vamos a poner a la pretensión de Tibisay Lucena de patear el revocatorio hasta el 2017. Respuesta firme sobre lo que vamos a hacer si llega ese día y el Revocatorio no tiene fecha para este año.
Para Vente la respuesta es clara: hay que fijar esa fecha de una vez, en consenso entre todos los actores. Hay que hacerle entender al régimen que sólo aceptaremos el referéndum este año, ya que en el 2017, sería una gran estafa, porque salir de Maduro para dejar a las mafias en el poder es convertir la transición en una transacción.
Pero lo más importante de todo es convocar a la sociedad venezolana a que si llegara ese día, si se agota el tiempo para hacer el Revocatorio en 2016, entonces lo que viene es la desobediencia cívica nacional. Eso significa que así como nos estamos rebelando uno a uno, individualmente, en todos los sectores del país, será la hora de la desobediencia general y nacional; hasta que el régimen entienda que el tiempo se les acabó.
LP: ¿Pero esa enorme movilización nacional, esa fecha tope de la que usted habla, no es el 1 de septiembre, cuando todos los actores están convocando a una gran marcha a Caracas? ¿Cuál es el objetivo ese día?
MCM: La verdad es que hoy percibo que hay distintos objetivos alrededor de esta movilización. Para algunos se trata de exigir que el 19 de septiembre se convoque a recoger el 20% de las firmas en la fecha que anunció Tibisay Lucena; para otros el propósito es presionar para que se cambie esa fecha y se adelante tal como establece la normativa. Y en mi contacto con la gente, y en particular durante estos días aquí en Mérida, lo que percibo es que muchos ciudadanos sienten que el 1 de septiembre es la fecha tope que están dispuestos a otorgarle al CNE y a Maduro.
Lo que está claro es que para derrotar a un régimen que es dictatorial, militarista y mafioso, que se siente acorralado y en cuyo seno se está desarrollando una lucha a muerte entre las facciones que lo conforman, no basta con una sola movilización. Debemos incorporar las distintas formas de lucha democrática, firmes y decididas, elevar la energía y la fuerza, y mantenernos firmes todos los días que hagan falta. No se trata sólo de la organización física y logística, es un estado de ánimo, es la determinación firme de una sociedad a sacar a un régimen dictatorial del poder, haciendo uso de una herramienta y un derecho constitucional.
Hoy, los ciudadanos tenemos la fuerza, la legitimidad de la soberanía popular expresada el 6 de diciembre, el mandato constitucional y la autoridad moral. Es la hora de avanzar y de actuar.
LP: Esta semana el Mayor General retirado Clíver Alcalá Cordones, denunció que presuntamente habría conversaciones entre sectores del gobierno y de la oposición para llevar el revocatorio al 2017 y entonces proceder a una especie de gobierno de cohabitación en el cual el régimen continúe hasta el 2019, pero con cierta participación de la oposición y haciendo algunas reformas económicas básicas. ¿Qué opinión tiene usted al respecto?
MCM: El escenario de llevar el revocatorio a 2017, como tantas veces lo he dicho, significa convertir la transición en transacción, es desconocer y traicionar el mandato del 6 de diciembre que planteó un cambio de régimen, para concentrar toda la responsabilidad del drama venezolano en Maduro, deshacerse de él si hiciera falta, y exonerar al régimen de 18 años de destrucción y perversión. Es decir, salir de Maduro, pero que las mafias permanezcan en el poder. Este es un escenario inaceptable, porque Venezuela, para detener el hambre y la muerte, para comenzar a combatir la violencia desenfrenada, requiere de un gobierno que genere confianza y que pueda integrar a los mejores de todos los sectores para que el país de una vez por todas aborde la crisis humanitaria, estabilice la economía, obtenga recursos externos muy importantes para acometer sus compromisos financieros y comerciales; y prioritariamente, mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
Si ese cambio no ocurre y queda un gobierno de mafias, ¿quién va a confiar en el país?, ¿quién va a invertir en Venezuela si esos son los mismos actores que han dilapidado la más grande fortuna que haya recibido el país en su historia? Quienes piensen que pueden condenar a la población venezolana, ya no sólo a los dos meses y medio de Tibisay, sino prolongar esta agonía durante meses o años más, no entienden que el hambre no espera y que el pueblo no da más.
Estos son los tiempos del hambre y éstos se impondrán sobre los tiempos de las mafias, los del CNE y los de Maduro. Es el tiempo de la dignidad, el tiempo del coraje, el tiempo de la solidaridad, el tiempo de los ciudadanos. Y yo, que conozco a Venezuela, que vivo el dolor de las madres y constato la rebeldía de los jóvenes, sé que nosotros, los venezolanos, sabemos lo que tenemos que hacer. Y lo haremos. (lapatilla.com)