Con el rechazo que usted ocasiona en las mujeres por sus comentarios misóginos; en los latinos por sus declaraciones del muro; en los medios de comunicación “mainstream”, que se oponen al conservadurismo religioso-moral de los republicanos; en los socialistas, por su insistencia en recortarles privilegios y subsidios; y en las millonarias estrellas de Hollywood, cuya opinión cuenta más que la de cualquier profesional, no me queda le menor duda de que su victoria no se debe a que la gente haya votado por usted. La gente votó EN CONTRA de Hillary Clinton.
No voy a utilizar esta carta para evidenciar los 30 años de corrupción de los Clinton en el poder, ni tampoco voy a explicar sus resultados nefastos en Oriente Medio, África y por supuesto Latino América a través de las narco-dictaduras del Socialismo del Siglo XXI que han sido sus grandes socios para forrarse de millones con las drogas y el petróleo.
Eso le corresponderá a usted cumpliendo lo que dijo en campaña y lo veremos cuando el Departamento de Justicia lleve finalmente a juicio tanto a Hillary como a su esposo Bill. Juicio que espero sea pronto para que a todos los latinos que siguen pensando en los Clinton como la familia real protectora de sus intereses, les sea revelado con hechos y datos cómo la Fundación de este par, era la sucursal del blanqueo de la corrupción de los Castro, de Lula, de Dilma, de Chávez, de los Kirchner, del petróleo iraní y las FARC. Además, el que quiera seguir negando la realidad, está en su derecho. Yo vengo de una región donde a la gente le encanta escoger al político de acuerdo a su personalidad. Sus ideas resbalan. La gente va a votar pensando ¿Me cae bien o me cae mal? ¿Lo tendría o no lo tendría de amigo? Poco les importa si les roban, les expropian, les usurpan libertades. Lo importante es que les hablen lindo, que sean simpáticos, carismáticos y cómicos. ¿Qué más da si es corrupto con lo simpático que cae?
Y Hilary posee eso. ¿Qué mas da si es corrupta? Es simpática. Usted no.
Por eso, dudo que un candidato sereno, intelectual, políticamente correcto y dedicado siempre al debate de las ideas, hubiese podido vencer a la simpática (pero corrupta) Hillary como usted lo hizo. El público se aburre con el intelectual. Se duerme con el que le habla de realidades económicas. Bosteza cuando intenta entender el crecimiento del gobierno Federal y le importa poco la lógica detrás de las propuestas que escucha. Al público en cambio le entretiene el show, disfruta con el circo, se alimenta del morbo y se le hace más fácil interesarse en la política cuando la misma se la pintan como una telenovela o un partido de fútbol. Y eso, usted o sus asesores lo supieron detectar. Después de todo usted es empresario, no político. Conoce bastante bien cómo hacer estudios de mercado y encontrar las preferencias de la demanda. Por eso hicieron una campaña presidencial cuyo primer objetivo fuera obtener el mayor tiempo de cámara posible. ¿Y cómo podía lograr ese objetivo sino diciendo cuanto disparate racista, machista, misógino se le ocurriera? En una sociedad de lo inmediato, no hay tiempo para datos. Lejos quedó la época donde con respeto y argumentos bien hilvanados uno capturaba la atención del público.
Una vez la atención puesta en su persona, usted inmediatamente se dispuso a evidenciar la corrupción de su oponente como ningún candidato republicano jamás lo hizo. Al bautizarla como “crooked Hilary” y financiándose usted con su propia billetera su propia campaña, el espacio para ser políticamente correcto como lo fueron Rand Paul, Marco Rubio o Ted Cruz, quedó obsoleto frente a usted que no tenía nada que perder y todo que ganar.
Pues bien señor Trump ya usted ganó. Ganó gracias al hartazgo social que la politiquería tradicional ha generado no solo en su país sino en el mundo. Comediantes, futbolistas, y celebridades están siendo constantemente elegidas para puestos políticos en varios países, incluido el mío donde nos gobierna un comediante.
Ahora, lo que comúnmente está pasado en estos lugares, mi país incluído, es que el anti político, una vez electo, se tiene que enfrentar antes los poderes que por años se han beneficiado de la corrupción del sistema putrefacto. Bastan las primeras reuniones con sindicatos, lobbys de empresaurios, narcotraficantes, y líderes de la religión mayoritaria para que el antipolítico recién electo se despoje de los pantalones que requiere tener bien puestos, cualquiera que decida tomar las decisiones duras que no son populares.
Pero a diferencia de estos antipolíticos que rápido se acobardan y que desilusionando a su público se incorporan al sistema de siempre, usted ya es un putrimillonario. A usted el dinero le sobra. Usted no entró a esto por dinero sino por ego y poder. Esta cualidad tiene sus ventajas y desventajas. Ventaja para el bolsillo de todos los contribuyentes de impuestos en Estados Unidos pues tienen a alguien de presidente que no está tan obsesionado como otros por robarles su dinero. Desventaja porque si usted permite que su ego lo traicione y se deja llevar por las ramas, usted no va a ir a la raíz de los problemas ni va a hacer cambios sustanciales que vuelvan a encarrilar a Estados Unidos bajo las reglas que su Constitución estableció.
Convengamos que tanto usted como Hilary hicieron uso de un componente populista dentro de los varios que el populismo ofrece. Ella muy al estilo del Foro de Sao Paulo y de los socialistas latinoamericanos repitiendo hasta el cansancio que las cosas son gratis y que la deuda se combate con más deuda, y usted dividiendo a la sociedad con odio buscando un enemigo externo a quien culpar por el desastre económico que está viviendo su país. Si su táctica populista fue para atraer las cámaras y ganar la contienda, veremos si cuando gobierne la inteligencia empresarial que ha acumulado durante más de 4 décadas en el mercado, sale a relucir. Espero que así como yo lo sé, usted también tenga claro que los USD$20 Trillones de dólares de deuda que tiene Estados Unidos acumulada se debe a 5 factores que nada tienen que ver con los mexicanos:
1 La Reserva Federal,
2 La fallida Guerra contra las Drogas,
3 La Guerra en Oriente Medio,
4 El desastre que ha sido el sistema de salud de Obama Care, y
5 El rescatar bancos que hubiesen quebrado por dar préstamos hipotecarios a personas que no estaban en condiciones de pagarlos.
Con lo cual, por mucho que usted construya ese muro, como no corte la hemorragia del inútil despilfarro en esos 5 factores, usted hará crecer la deuda y cuando venga el colapso del dólar (que va a venir porque el dólar solo vale porque la FED dice que vale y la gente así lo cree), su ejecución será tan desastrosa como lo hubiese sido la de Hillary.
Señor Trump, si usted conoce las bases bajo las cuales su nación fue fundada sabrá que si una máquina de tiempo trajera a Thomas Jefferson, Benjamin Franklin y Alexander Hamilton a Estados Unidos hoy a evaluar su sistema de gobierno, los pobres hombres se decepcionarían al ver que el gobierno limitado que ellos establecieron se ha convertido en un Estado Niñera entrometido en la vida de sus ciudadanos y que los mismos en lugar de pedir libertad, están pidiendo seguridades pagadas con el dinero de otros. Que en lugar de libre mercado existen bancos, industrias y corporaciones que papá Estado entra a salvar cada vez que se van a la quiebra, que la religión se ha entrometido tanto en la vida política que en las escuelas no se enseña ciencia ni evolución. Que los Estados cada vez son menos autónomos y que el Imperio del gobierno Federal cada día centraliza más el poder.
A diferencia del resto de países, Estados Unidos fue la primera república en un mundo de monarquías donde nacer pobre y morir rico era imposible. Fue la única nación en establecer que los gobernantes NO otorgan derechos. Que las personas ya nacen con el derecho a su vida, a su libertad y a la búsqueda de su propia felicidad. Y que el único objetivo del gobierno era garantizar el igual trato ante la ley de todas las personas para que quien violara los derechos de otro individuo, fuera castigado con el peso de la justicia. Para las personas que creen en cambio que el individuo existe para mantener al gobierno, para aquellas que creen que más allá de la garantía de esos tres derechos el Estado está para repartir cosas “gratis”, están los países del resto del mundo. La gente que no quiera vivir en libertad porque les aterra hacerse responsables de las consecuencias de sus actos, pueden irse a vivir a cualquiera de los otros 200 países disponibles en el mundo.
Por lo tanto si realmente usted está haciendo esto por algo más allá que dinero, no permita que el conservadurismo religioso de los republicanos que le da la espalda a la ciencia, atrofie los cerebros de las nuevas generaciones en las escuelas. Su país fue construido en base al descubrimiento científico de miles de mentes individuales que haciendo uso de su libertad, transformaron constantemente la forma en que vivimos. Tampoco permita que la cultura de papá Estado que todo lo da gratis (insertada en los latinoamericanos y en los Millenials) se adueñe de la idiosincrasia en un país cuya cultura fomentaba que cada individuo se forja su propio destino haciendo uso del derecho que tiene a la búsqueda de su propia felicidad, trabajando y siendo dueño del fruto de su esfuerzo.
Y métale visión empresarial a problemas que nos urgen. Desde el punto de vista económico, la Guerra contra las Drogas es un rotundo fracaso. Son billones de dólares los que los contribuyentes pierden al año y el 80% de las drogas siguen entrando. Cuando renegocie los tratados de Libre Comercio, tenga en cuenta que liberalizar el comercio de bienes y de servicios sin hacer posible simultáneamente el libre flujo de personas, de trabajadores, del capital humano de un lugar a otro, siempre va a ocasionar conflictos y descompensaciones a largo plazo.
Por último, si realmente quiere reducir la migración descontrolada de latinoamericanos a Estados Unidos, haga todo lo posible por evidenciar la corrupción y el lavado de dinero de los Regímenes del Socialismo del Siglo XXI que han aniquilado la institucionalidad y el Estado de Derecho sin el cual, la vida de la gente no está garantizada, la propiedad privada tampoco y las libertades menos. Por eso huyen al único lugar que les garantiza la vida, la libertad y la propiedad privada. No es que se vayan a buscar cosas gratis. Se van a que los dejen trabajar y prosperar en paz. Tal vez si usted denuncia la corrupción de los Castro, Maduro, Morales, Kirchner, Roussef, Ortega y demás, las débiles y cobardes oposiciones latinoamericanas se pongan de una vez por todas los pantalones y también empiecen a defender las ideas y planes de gobierno que hagan que en nuestros países se garanticen los derechos individuales y así a la gente ya no le den más ganas de irse.
Tengo muy presente que usted jamás leerá esta carta. Pero a mi me ha servido muchísimo como ejercicio profesional y personal,
Atentamente,
Gloria Alvarez.
Autora El Engaño Populista