En 2016, un avión de aspecto extraño, cubierto con más de 17.000 paneles solares, le dio al mundo un vistazo al futuro de los vuelos. Con la envergadura de un Boeing 747, pero con el peso de una camioneta SUV, la aeronave le dio la vuelta a la Tierra sin utilizar una gota de combustible.
Por: CNN
El Solar Impulse 2, una creación del explorador suizo Bertrand Piccard y el ingeniero suizo Bertrand Borschberg, se construyó para mostrar el potencial de las energías renovables. Después su vuelo récord, fue una misión cumplida… Y ahora el avión recibe una nueva oportunidad.
En 2019, lo compró Skydweller Aero, una empresa hispanoestadounidense, con el propósito de convertirlo en el primer “pseudosatélite” comercialmente viable del mundo, capaz de hacer el trabajo de un satélite en órbita, pero con mayor flexibilidad y menor impacto ambiental.
“Un pseudosatélite es un avión que se mantiene en el aire, digamos, indefinidamente”, explicó el CEO de Skydweller, Robert Miller. “Eso significa 30, 60, 90 días… quizá un año. Y, como tal, puede hacer básicamente todo lo que uno imagina que hace un satélite”. Eso incluye proporcionar telecomunicaciones e imágenes de la Tierra, así como la respuesta a desastres y la vigilancia de los recursos naturales.
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