El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó el miércoles a distancia la ley sobre el plan fiscal con la ayuda de una especie de “bolígrafo-robot”, un dispositivo que ya causó polémica en Washington cuando firmó otra ley en 2011.
El mandatario, que regresó a Hawai la noche del martes poco después de que el Congreso aprobara el plan fiscal, ordenó que, en su ausencia, la Casa Blanca firmara el “Acta de Alivio al Contribuyente Estadounidense de 2012” con la ayuda de una máquina que traza su firma.
El plan fiscal, que causó fisuras incluso dentro del Partido Republicano, hace permanentes los recortes tributarios para la clase media, pero los aumenta para hogares con ingresos anuales superiores a los 450.000 dólares.
Obama, quien interrumpió sus vacaciones en Hawai para negociar el pacto fiscal, tiene previsto regresar a Washington la noche del sábado, según la Casa Blanca.
Pero Obama hizo historia el 26 de mayo de 2011 cuando, a casi 6.000 kilómetros de distancia, de visita en Francia para una cumbre del G8, promulgó con el “bolígrafo-robot” una prórroga de tres componentes clave de la ley antiterrorista que vencían ese día a medianoche.
En aquella ocasión, la Casa Blanca recurrió a un memorando del Departamento de Justicia de julio de 2005 para defender el uso de ese método, después de que una veintena de líderes republicanos del Congreso alegaran en una misiva que esa firma robótica “parecía contravenir” la Constitución de Estados Unidos.
En la misiva, los legisladores instaron a Obama a que firmara la norma nuevamente como “medida de precaución” para evitar que el asunto sobre el uso del artefacto llegara a un tribunal.
La medida entró en vigor sin que Obama repitiera su firma y sin un litigio.
El artículo 1 de la Constitución de Estados Unidos indica que el presidente del país tiene que firmar una ley para promulgarla, o si la rechaza debe devolverla al Congreso, pero no detalla los métodos aceptables para la promulgación.
La opinión de la Oficina Legal del Departamento de Justicia, contenida en un memorando de 29 páginas, ubicado en su página web, determinó entonces que el presidente de Estados Unidos no necesita firmar de puño y letra y “en persona” una ley que apoya y decide promulgar.
Así, la Casa Blanca dejó en claro que no importaba si la firma era en persona o a distancia con la ayuda de la máquina.
La práctica del “bolígrafo-robot”, conocido en inglés como “autopen”, es ampliamente utilizada por la industria del entretenimiento en Estados Unidos, pero también por el Parlamento canadiense, principalmente para la firma de correspondencia. EFE