El Establishment panamericano apuesta a Maduro y a algunos les parecerá demencial la tesis que la presidencia para este fanático de apariencia tranquila y discípulo de Sai Baba y Chávez, que menjurje mi dios, sea la mejor opción de resignadas esperas para USA y Obama. Pero si me acompañan en el desarrollo de esta hipótesis verán que tiene una lógica implacable.
Pero también en el amplio espacio geopolítico desde Alaska al Cabo de Hornos, aunque les irrite el tema a otros, la estricta verdad es que todo se está armando desde La Habana y desde el ángulo de los intereses de esta ruinosa, pero aun activa burocracia senil de los Castro, que tienen en sus manos, todavía, cierta capacidad de chantaje.
No hablo de nada comparable a aquel viejísimo y superado peligro militar nuclear, con el que Fidel Castro, asociado al irresponsable Nikita Krouschev, a la sazón premier soviético, cuando desplegaron en Cuba los misiles rusos en 1962, que luego Kennedy les obligó a retirar tras un bloqueo naval, a cambio de quitar USA los suyos, instalados en la Turquía, de la OTAN, vecina a la URSS, 6 meses después.
Hablo de la bomba social que representaría el hecho, también mayor, que Cuba sufriera nuevamente otro “periodo especial”, si se cortara repentinamente la transfusión financiera diaria de 20 a 30 millones de dólares, que nos cuesta a los venezolanos la burocracia cubana.
Es Venezuela la que paga esa transición agónica de Raúl Castro hacia una pobretona economía de mercado, desde sus míseros puntos de partida y asfixia estatista, que si se estanca o se hace caótica y si no se viabiliza además al propio tiempo la ansiada libertad de salida de la isla prisión, todo se encaminaría abruptamente a una estampida migratoria masiva hacia el Estado de la Florida.
Es previniendo que el costo social de la quiebra definitiva y total de Cuba no podría soportar otro caos, como el provocado por la suspensión de la ayuda soviética a partir de 1989 (por cierto muy inferior a la nuestra en dólares comparada a aquella, medida en Rublos no convertibles) es que se están preparando esta vez para evitar una explosión migratoria, como la de los meses de Mariel, hace ya 30 años, acaecida por cierto cuando aún los cubanos no habían soportado lo peor de la ruina comunista en la década siguiente.
A pesar de toda la cháchara izquierdista, Chávez fue para USA un proveedor confiable de petróleos y un cliente comercial de primera. Pero además el auxilio que Chávez resolvió darle a Cuba por una cantidad que puede hasta exceder los 80.000 millones de dólares nuestros, dados a perdida en estos últimos 14 años, que alivió el famoso bloqueo, del que solo queda la conveniencia política del gobierno de USA para mantenerlo y de Castro para justificar su intemperancia geopolítica verbal, han terminado siendo de gran utilidad para evitarle a USA un estallido social irrefrenable en la isla, que llevare a esa migración compulsiva que temen hacia La Florida de otro millón cubanos.
Unos EEUU en la actual etapa, con una crisis de todo tipo, para ellos grave, de desempleo, déficit, pobreza creciente, todo ello a pesar y en medio de la portentosa riqueza social y de infraestructura y poder tecnológico y militar que envidia el mundo entero, rehúyen sin embargo tener que pagar el derrumbe cubano y han pensado seriamente que seamos los “pitchers” venezolanos, que se han calado el calamar de los chulos del PC cubano durante 14 años, quienes sencillamente sigamos sosteniendo, otra década más, esas sanguijuelas comunistas, a la que se les agrega la Nicaragüense, la Boliviana, caribeña etc, etc.
Cuando Dilma Roussef, la presidente de Brasil, prácticamente envía un mensaje directo sobre las inconveniencias de alterar el plan que dejó establecido Chávez, de una sucesión electoral con Nicolás Maduro, y en esta misma tesitura se ubica el Departamento de Estado de USA, en declaraciones un poco más dignas, exigiendo pureza de un próximo proceso electoral, ya hablaron las dos potencias que nos siguen de cerca.
Pero además cuando el Presidente colombiano J.M. Santos, por su lado, aboga por conservar los equilibrios regionales, que ya se establecían con Chávez, sobre todo cuando él negocia en La Habana su propio plan de avenimiento con la Guerrilla de las FARC, bajo los auspicios de los Castro y el régimen venezolano, y hasta cuando el boliviano caído de la mata Evo Morales prácticamente delata que en Cuba se habló del peligro de un golpe militar en Venezuela, seguramente atribuyéndoselo a Diosdado, al que le tienen ojeriza los Castro y sectores de la derecha yanqui, TODOS, TODOS, formando parte de ese “status quo regional burgués capitalista panamericano”, incluyendo “al imperio”, para sorpresa de intoxicados con ideologías de pacotilla, están auspiciando la transición cubana, financiada por nosotros, y la propia transición venezolana con el infaltable proceso electoral fraudulento del que formarían parte también los segundos violines de la capitulación opositora, creyendo que podrán aspirar a ser alternativa electoral al chavismo sin su líder.
Los chavistas son para el Brasil, de los lulistas de Dilma Roussef, unos socios inmejorables porque le están subastando buena parte de la riqueza nacional a las exportadoras brasileñas y a las grandes constructoras como es la gran capitalista paulista Oderbrech, la mayor sustractora de los dólares petroleros venezolanos después de Rusia con su chatarra militar, China y Cuba.
Nicolás Maduro ha sido para el Presidente Santos “el lleva y trae” excepcional desde que Chávez se convirtió en su “nuevo mejor amigo”, para establecer en amplios sectores de nuestros estados de frontera su “zona de despeje” de las guerrillas colombianas, que les evitasen otra experiencia fracasada, como la del Proceso de Paz de Pastrana, con la zona en El Caguan.
Ahora los territorios de absoluta libertad de movimiento y de resguardo para repliegue y logística de rehabilitación de las FARC, e incluso para desarrollar su red financiera del narcotráfico con complicidades militares venezolanas, están en nuestras zonas de fronteras facilitadas a esa narco guerrilla.
Y frente a todo este tinglado de complicidades de la chulería continental con la petro-chequera chavista y ante la excepcional oportunidad de dar al traste con toda esta maraña de intereses que afectan nuestra soberanía y nuestro destino inmediato y a largo plazo ¿Qué plantea la oposición venezolana? : SOLO MANIOBRAS DE BARRENDEROS, es decir simplistas y rutinarios ejercicios previsibles y tontos de mover de derecha a izquierda y a la inversa el palo de la escoba, eso sí con cierta elegancia y muñequeo haciéndolo solemnemente.
El país se cae a pedazos y no faltan pazguatos que siguen creyendo en las encuestas que compraron para darle primeras opciones de reiteradas oportunidades burladas por su propia incompetencia, para representar un país que requiere de propuestas muy firmes y sobre todo de un mínimo de talento, que vaya más allá de las frasecitas convenientes de dar vivas a Venezuela y de acompañar a los fariseos de la cúpula chavista en sus poses de sufridos rezanderos en velorio eterno, de aquí en adelante.
Pero como no me hago ilusiones no voy a contradecir mi propia vieja conclusión: este régimen lo primero que se lleva por delante, en su derrumbe, es a su oposición cómplice – lo que comenzó el 16D- que no puede sino fracasar, cuando se exige de ella lo que sencillamente no puede asumir, porque están drogados de clientelismo y cohabitación, por lo que tendrían que enfrentar con durezas y audacia en medio del colapso que sobreviene EN EL REGIMEN CHAVISTA con la muerte de su líder y UNICO sostén.
Necesitamos urgente OTRA dirección para enfrentar el colapso del chavismo, que ya comenzó con sus fracturas con el telón de fondo del tema de nuestra sujeción colonial a la Cuba de Castro.
El anuncio de la muerte, velorios, Presidencia Provisional, elecciones candidato de la oposición y de los Castro etc, TODO está siendo pactado en LA HABANA y la oposición juega a esperar como mirones de palo y a sus supuestos portavoces que solo insinúan que también se resignan a la “voz del amo” que para desgracia nuestra es solo una: las conveniencias del Establishment panamericano apuestan a Maduro.
Si de otros dependiera nuestra oposición mayoritaria, sumada de hecho al plan de los Castro, seguramente haríamos lo opuesto a lo que conviene a esos mismos amos, porque sencillamente contradicen nuestros intereses soberanos.
Los que hablan en nuestro nombre, enquistados en la supuesta representación de nuestros intereses, porque resultaron antes las vedettes mediáticas, de cuando la manguangua del marketing político nos dictaba quienes serían los figurines de relumbrón de cada ocasión, tienen ahora la excelente ocasión para quedarse convenientemente al margen y hacer sensible el vacío real de dirección que nos aqueja y que será ocupado por gente que hable claro y este decidida a sacar el país de este régimen de oprobio auspiciado por el castrismo senil a su conveniencia y fines.