Agentes penitenciarios de la cárcel Desembargador Luiz de Oliveira Souza, en la ciudad brasileña de Arapiraca (Alagoas), capturaron a un gato que intentaba acceder a la prisión con cuatro pequeñas sierras, dos brocas de taladro, unos audífonos, un teléfono móvil con cuatro baterías, un cargador y una memoria USB adheridos a su cuerpo.
Según explicó a la prensa posteriormente el director administrativo de la prisión, el gato había sido criado por un grupo de presos sin que los guardas lo supieran. Durante una visita el animal fue entregado a los familiares, quienes lo ”equiparon” y lo dejaron cerca de la cárcel para que el animal volviese por su cuenta con los presos.
Después de liberar al animal de todo lo que llevaba encima, lo llevaron al Centro de Control de Zoonosis de Arapiraca /MiBrujula