El sospechoso del tiroteo en un cine de Aurora (Colorado, EE.UU.) en julio de 2012, James Holmes, parecía “muy relajado” cuando la Policía lo detuvo, según el testimonio ofrecido hoy por un agente durante una audiencia.
Holmes “estaba muy relajado. Parecía que no había respuesta emocional normal alguna”, dijo el agente Jason Oviatt, el primero de varios policías que ofrecieron testimonio sobre la masacre en una audiencia preliminar.
Oviatt fue el agente que encontró a Holmes detrás del teatro donde ocurrió la masacre, en la que murieron 12 personas y 58 resultaron heridas.
“Enseguida puso las manos en alto. Parecía como ausente, abstraído de todo lo que le rodeaba”, señaló Oviatt.
Holmes, de 25 años de edad, afronta 166 cargos de homicidio o intento de homicidio por el ataque durante la exhibición nocturna de la última secuela de la película “Batman”.
Oviatt añadió que el sospechoso “no opuso ninguna resistencia” cuando fue esposado.
Durante la audiencia preliminar iniciada hoy en el Condado Arapahoe, y que se alargará durante aproximadamente una semana, otro agente de Policía, Aaron Blue, recordó cómo la gente “salía del cine gritando de pánico” cuando él llegó a la escena del crimen.
Según Blue, él traslado al hospital en su vehículo a una de las víctimas y “cada vez que se movía, dejaba de respirar”, mientras él intentaba mantenerla con vida. La mujer falleció al llegar al hospital.
Durante la audiencia, las autoridades también revelaron que la policía de Aurora recuperó de la escena del crimen, el pasado 20 de julio, un total de 209 municiones de un rifle AR-15 y otras 15 de una pistola calibre 40.
Tras la audiencia preliminar, el juez federal que lleva el caso deberá determinar si hay suficientes pruebas en contra de Holmes para que proceda el juicio en su contra.
Holmes, que ahora luce barba y el cabello oscuro -cuando fue detenido en julio llevaba el pelo teñido de color naranja- escuchó a los testigos con expresión indiferente, sin mostrar reacción de ningún tipo, según los testigos.
Los cargos presentados contra el exestudiante de neurociencia implican que, de ser declarado culpable, podría enfrentarse a la pena de muerte.
Sin embargo, los fiscales todavía no se han pronunciado al respecto y señalaron, antes del inicio de la audiencia, que la solicitarán si se demuestra que la matanza fue premeditada. EFE