A raíz de varios vídeos de Youtube, muchos jóvenes siguen la “moda” de tatuarse la piel de una forma muy agresiva: la denominan “el reto del hielo y la sal” y consiste en mezclar sal con agua congelada, lo que hace bajar su temperatura hasta los 17 grados bajo cero.
Esos cubitos se aplican a la piel, y dejan unas quemaduras más graves que las que produce el hielo no alterado.
“Este sistema no solo es un peligro para la salud de la piel, sino también para los huesos y músculos de la zona de la marca, que pueden sufrir daños irreversibles”, asegura el jefe de emergencia del hospital de Detroit, Estados Unidos.
El especialista asegura que durante este último tiempo las consultas por esta causa se han incrementado de manera consideredable.