La violencia estilizada de “Gangster Squad”, este viernes a las pantallas de EEUU, llega en un clima de máxima sensibilidad semanas después del tiroteo en una escuela de Newtown y tras posponer varios meses su fecha de estreno original por la matanza de Aurora.
Antonio Martín Guirado/EFE
La cinta dirigida por Ruben Fleischer, con un reparto de campanillas donde intervienen Josh Brolin, Ryan Gosling, Emma Stone y Sean Penn, tenía previsto su estreno el 7 de septiembre, pero el estudio Warner Bros decidió aplazarlo por la cercanía de la tragedia en un cine de Aurora, donde en julio pasado murieron 12 personas y 58 resultaron heridas, y, de paso, eliminar una escena que guardaba un gran parecido con ese suceso.
Finalmente se estrena aunque no sin polémica, acuciada por un nuevo acontecimiento violento como el de diciembre último en Newtown, donde murieron 27 personas -incluidos 20 niños-, que ha provocado un fuerte debate en la sociedad al que los integrantes de la cinta no son ajenos.
“Solo somos actores. Yo no tengo armas en casa y me pongo nervioso cuando me toca rodar con ellas”, dijo Brolin en un encuentro del equipo de la película con la prensa local de Los Ángeles. “Por supuesto que existe una sensibilidad especial. Pero hay que mirarlo desde un punto de vista universal”, agregó.
“Tienes los videojuegos, los psicotrópicos, el desempleo, los padres que no están en casa… ¡Hay tantos y tantos factores! Como la CNN, que se centra en lo peor de los hechos y no necesariamente en lo mejor. No existe una sola razón. Siempre ha habido violencia en las películas y siempre la habrá. Que eso pueda llevar a un psicótico a cometer cosas horribles siempre será un misterio”, añadió.
En el metraje original tenía lugar una escena en el interior del mítico Teatro Chino de Hollywood, en la que unos mafiosos abrían fuego hacia el público por detrás de la pantalla. Los actores tuvieron que regresar al plató para rodar una secuencia en Chinatown que la sustituye.
“Estoy orgulloso de haber hecho eso y de que no compromete a la película. Todos debemos respetar la tragedia y no crear asociaciones con nuestra cinta como resultado de estos sucesos”, indicó Fleischer.
El filme discurre en Los Ángeles, en el año 1949. La ciudad vive asfixiada por el dominio que ejerce el mafioso Mickey Cohen (Sean Penn, con fuerte acento neoyorquino), quien tiene el control sobre las drogas, armas, prostitutas e incluso el mercado de las apuestas bajo la protección de las autoridades y de políticos.
Pero un grupo de policías actuando al margen de la ley se reúne para poner fin al legado de Cohen, incluido el sargento Jerry Wooters (Gosling), reticente tras la propuesta del sargento John O’Mara (Brolin) ya que mantiene una relación sentimental con la principal acompañante de Cohen, encarnada con aires de “femme fatale” por Emma Stone.
Es la segunda vez que coinciden Gosling y Stone, dos de los rostros jóvenes más solicitados de Hollywood, tras la comedia “Crazy, Stupid, Love” (2011).
“Me debe dinero y seguir trabajando con ella es la única manera que tengo de intentar recuperarlo”, bromeó el canadiense. “Y yo quiero seguir trabajando contigo si me lo permites”, replicó la actriz.
La película, más allá de su premisa, propone una sugerente recreación del Hollywood dorado, repleto de glamour y decorados lujosos, una tarea nada fácil para un director especializado hasta ahora en la comedia (“Zombieland”, 2009; “30 Minutes or Less”, 2011).
“La transición fue sencilla por el reparto que tenemos, lo cual aportó una gran autenticidad. Queríamos hacer una especie de carta de amor a la ciudad y creo que la película transporta al espectador a esa época. Yo, como director, me limité a poner orden, era como el profesor en la clase”, declaró Fleischer, quien destacó el trabajo como secundario de Penn.
“Es uno de los mejores actores vivos y un gran director, así que no dormí mucho las noches previas a darle órdenes. Fue muy generoso con su talento”, sostuvo. EFE