La búsqueda de pasaje para regresar a tierra firme no cesa para aquellos que arribaron a Nueva Esparta sin tener en la mano un boleto de regreso. Con los dedos cruzados y las esperanzas vivas, los rezagados aguardan por una respuesta que los haga embarcar en un ferry. elsoldemargarita.com.ve
Aún cuando en los terminales navieros la presencia de personas que solicitan boletos no es masiva, más de uno esperaba ayer, bajo el inclemente sol o en una oficina con aire acondicionado, su turno para intentar comprar algún boleto liberado de última hora o simplemente intentar cambiar el día de viaje.
Desde las ocho de la mañana de este lunes, Adela Suniaga, del estado Bolívar, hizo una cola afuera de la oficina de Conferry para comprar un boleto a Puerto La Cruz. Para el mediodía aún le faltaban 20 personas para ingresar a la oficina.
Como Suniaga había decenas de personas. Nadie les aseguraba el arribo a un buque de la estatal de transporte marítimo o a cualquiera de las otras empresas. Las personas aguardaban pacientemente su turno, invocando que “la esperanza es lo último que se pierde”. En Naviarca, el panorama era similar. Aún con letreros de “no hay cupos” en las taquillas de venta, los temporadistas hacían el intento por conseguir un pasaje que les permitiera abordar un buque que les llevara a tierra firme.
La temporada vacacional cierra el 15 de enero y los usuarios de las empresas de transporte marítimo esperan que la “marea” baje para retornar a sus actividades en los diferentes estados.