Autoridades de los tribunales en Milán defendieron el miércoles la imparcialidad de sus jueces después que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi criticara a un grupo de juezas “feministas y comunistas” por haber aprobado un arreglo de divorcio que concede una pensión considerable a su segunda esposa.
Berlusconi dijo el martes al canal privado La7 que apelaría el arreglo con su ex esposa Veronica Lario, quien recibiría 200.000 euros (260.000 dólares) diarios. Esta fue su más reciente presentación pública previa a las elecciones del 24 y 25 de febrero.
Originalmente, la prensa italiana informó que el arreglo otorgaba una pensión de 100.000 euros al día, unos 36 millones de euros al año (47 millones de dólares). Pero Berlusconi dijo que la cifra, al sumar pagos atrasados, ascendería al doble.
“Son tres juezas, feministas y comunistas, ¿bien? Son las juezas de Milán que me han perseguido desde 1994”, dijo Berlusconi.
En un comunicado conjunto, el presidente del tribunal de Milán y el presidente de la corte de apelaciones rechazaron “tajantemente cualquier insinuación de parcialidad” de los jueces del tribunal, a quienes describió como “profesionales diligentes”.
El comunicado destacó que ambas partes en el divorcio tienen el derecho de apelar la decisión.
Lario solicitó el divorcio en 2009, tras señalar que Berlusconi buscaba relacionarse con mujeres más jóvenes. El magnate multimillonario de los medios informativos enfrenta actualmente un juicio, acusado de pagar para tener relaciones sexuales con una adolescente marroquí y de aprovechar las facultades que le daba su cargo en el gobierno para encubrir el caso.
Tanto el primer ministro como la joven niegan los cargos.
Otro juez de Milán también declaró culpable a Berlusconi de fraude fiscal y está apelando el fallo. AP