El 22 de diciembre de 2012 un desconocido se acercó a la casa ubicada en 334 Walnut Street, en Bainbridge Pensilvania y le disparó a un gato domesticado llamado Mack en la cabeza con una puntiaguda flecha de caza.
La flecha atravesó el cráneo de Mack desde la parte frontal superior de la cabeza hasta la parte posterior por donde salió la punta. El arma se quedó atorada en el cráneo de Mack, hasta que fue retirada por personal veterinario de emergencia para mascotas en Lancaster, PA.
Mack sobrevivió al ataque y, sorprendentemente, está de vuelta con buena salud. podríá decirse entonces que ya tiene una segunda vida, y le restan cinco más.