La polémica sobre el matrimonio homosexual arrecia en Francia y los opositores al proyecto de ley del gobierno socialista para autorizarlo organizan el domingo una manifestación en París, en la que esperan una participación masiva.
Cientos de miles de octavillas fueron impresas, se preparan trenes especiales y autobuses para trasladar a los manifestantes de todo el país a la capital, se pegaron carteles y las tomas de posición se multiplican en los medios de información.
Los organizadores desean presentarla como una manifestación apolítica y no confesional, pero el principal partido de la oposición de derecha, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) llamó a participar en la misma.
Figuran asimismo entre los organizadores asociaciones familiares, organizaciones contrarias al derecho al aborto, monárquicos, católicos integristas, pero también la humorista Virginie Tellenne, que utiliza un seudónimo que parafrasea el nombre de la estrella del cine francés y símbolo sexual de los años 60 Brigitte Bardot, Frigide Barjot, lo que significa Frígida Loca, y que luce regularmente camisetas del Banana Café, un célebre bar homosexual parisino.
En cambio, la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, no participará en la manifestación, aunque declaró que apoya a “los ediles, militantes y simpatizantes” de su partido que manifestarán.
Promesa electoral del presidente socialista François Hollande, el proyecto de ley, presentado el 7 de noviembre y que será sometido al Parlamento a fines de enero, estipula que “el matrimonio es contraído por dos personas de sexo diferente o del mismo sexo”. De la posibilidad de casarse se desprende para las parejas homosexuales el derecho de adoptar hijos.
A quienes reclaman un referéndum sobre el tema, el jefe de Estado les responde que la consulta tuvo lugar el 6 de mayo pasado, día de su elección.
Pese a su oposición al proyecto, ningún dirigente de las principales religiones llamó a manifestar, salvo el de una pequeña rama del protestantismo, el Consejo Nacional de Evangélicos de Francia.
Hollande reiteró el martes ante los jerarcas religiosos, al recibirlos para desearles feliz año nuevo, que la ley será adoptada.
Al tiempo de garantizarles su “escucha atenta a todas las confesiones y convicciones”, el jefe de Estado recalcó que “esta reforma que concierne exclusivamente el matrimonio civil” es un “avance en materia de igualdad de derechos y por tanto el proyecto” será aplicado, indicó la presidencia.
Procreación asistida médicamente
No obstante, en lo que aparece como un intento de calmar los ánimos, los diputados socialistas renunciaron el miércoles a incluir en el proyecto de ley una enmienda sobre el derecho a la procreación médicamente asistida para los homosexuales, tema particularmente polémico.
Según el diputado Olivier Faure, hubo “consenso” para aplazar la presentación de la enmienda, que será integrada en marzo en el marco de otra discusión parlamentaria sobre la familia.
Los diputados ecologistas, por su parte, confirmaron su intención de presentar una enmienda al respecto y denunciaron un “retroceso del gobierno”.
Los opositores al proyecto de matrimonio homosexual esperan que acudan a la manifestación del domingo cientos de miles de personas.
Los partidarios de la ley salieron ya a la calle en Francia para apoyar el proyecto a mediados de diciembre, organizando manifestaciones multitudinarias en París y otras ciudades del país, y convocaron a una nueva manifestación el 27 de enero.
Si la ley es adoptada, Francia se agregará a la lista de once países que autorizan ya el matrimonio homosexual, entre ellos Argentina y España,