El escritor uruguayo Eduardo Galeano presentó hoy su último libro “Los hijos de los días”, en un teatro en Santiago de Chile, entre aglomeraciones y caos organizativo, lo que provocó que una multitud no pudiera acceder al recinto.
El autor de las “Las venas abiertas de América Latina”, que había sido invitado por federaciones de estudiantes de secundaria y universitarios, la radio Universidad de Chile y la Corporación Cultural Artistas Pro-Ecología, leyó fragmentos de su libro durante el transcurso del acto.
En la obra, el uruguayo cuenta 365 historias, una por cada día del año, y que relatan hechos extraordinarios en distintos períodos históricos y lugares.
En los exteriores del teatro, cientos de personas, entre los que se encontraban dirigentes estudiantiles que iban a participar en la presentación y periodistas, no pudieron ingresar a la presentación del escritor uruguayo al estar la sala sobrepasada en su capacidad, que es de 470 personas.
Entre los atascados destacaban la dirigente de los estudiantes secundarios Eloísa González, quien lamentó la situación, pues estaba incluida entre los panelistas, y el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Diego Vela.
Eduardo Galeano fue interrumpido, mientras leía una de las historias, por un grupo de personas que le comentaron sobre lo que ocurría en el exterior, a lo que el célebre escritor alegó que él no era el responsable de la organización y que había acudido a presentar su libro.
El recinto teatral se encuentra dentro de una galería próxima al palacio presidencial de la Moneda, la que fue cerrada por guardias para que no se agolpara más gente.
Una decena de efectivos de las Fuerzas Especiales de Carabineros se personaron en el lugar, abrieron al rato las puertas del colapsado teatro, pero no dejaron pasar a los que estaban tras la vallas de la galería.
El oficial a cargo, según constató Efe, hizo ver a uno de los responsables del acto la mala organización del mismo y se quejó de que cuando surgen problemas siempre se culpa a la policía.
En los forcejeos entre quienes trataban de entrar y los carabineros se quebró un vidrio, lo que llevó a algunos asistentes a denunciar que afuera había “represión”, mientras en la galería otros que no pudieron entrar les gritaban “fascistas” a los uniformados.
EFE