Alberto Franceschi: No es Maduro, es una troika

Alberto Franceschi: No es Maduro, es una troika

El poder no es de Maduro, es de una Troika, que representa un sexteto,  que representa 48 fracciones y grupos de influencia total o parcial sobre el sistema político chavista.

Algunas de esas fracciones son mafias, otras agencian poderes económicos, militares, partidistas, lobbies de presión armados, y los más tontos  postulan propuestas ideológicas,  desde las más pragmáticas de la boliburguesia,  hasta los que  se creyeron él cuento que la casta lumpen mayoritaria en el poder  representa un proyecto de país soberano y de grandes  equilibrios sociales,  en supuesta construcción heredado del gran conductor.

Las claves de este asunto tan vital sobre ¿QUIEN  ejerce el poder real en Venezuela?  comenzaron a ser desveladas  con nuestros visitantes  rojitos a La Habana.





Nótese que Maduro va primero y se rodea de familiares del  líder, sobrevenido en falta absoluta  y releva a Adán, quien  representa sus propios intereses  y  de la familia,  pero que no pinta nada como conductor. Su poder de negociación  viene dado de su capacidad de destruir lo que no les satisfaga, temen de el que pueda  decir  demasiado, ese es su poder.

En ese mismo plan está el Primer Yerno Arreaza,  estacionado  allá y hablando como el gran “asomado sobrevenido”.  Pero acto seguido llegan el otro miembro clave de la Troika Diosdado,  acompañado del tercero, quien es nada menos que Rafael Ramírez.

Y fíjense que a diferencia del propio hermano Adán,  que no es recibido en el aeropuerto por Raúl el Presidente cubano,  a este par sí,  porque Cabello, ni tonto que fuera,  se refuerza con el que  tiene montado,  por órdenes de Chávez, TODAS las claves de la asistencia petrolera y financiera  a los Castro,  por cuanto  una masa de dólares incalculable  es arbitrada offshores por Ramírez, desde hace demasiado tiempo, como  monarca despótico de la PDVSA rojita,  que monto y que ha resistido, atornillado por el caudillo,  todo un historial de desastres, quiebra y saqueos, precisamente como  alguien que “sabe demasiado” y se hizo inamovible e imprescindible.

Si se conoce algo la historia universal y venezolana,  se tiene asumido que los liderazgos  exclusivos  se fundamentan  en la purga de los competidores.

No niego la posibilidad de que un liderazgo personal, termine definiendo el curso que toman o han tomado decenas de países y el de Chávez en nuestra muestra más reciente, pero lo que está demostrando la actual coyuntura venezolana es que NO HAY, entre los de la troika chavista, quien  reúna las condiciones para emerger  como un líder decisivo del país.

 

Las limitaciones graves de cada uno les han obligado a sumarse entre ellos y parece  que serán más  sus debilidades en lugar de sus fortalezas las adicionadas. Debe ser eso lo que anima a pretendientes nuestros, manifiestamente incapaces, para también roncar como sucesores de Chávez. Y lo que damos por descontado  es que de esta crisis de liderazgo solo pueden salvarnos  o un outsider o una rápida reconstrucción  institucional guiada por alguien que sepa dónde está parado.

Los de la troika actual se caerán a dentelladas apenas afloren  las contradicciones sobre los poderosos intereses que representan cada uno de ellos a nombre de  sus lugartenientes  de la segunda línea, de las alas civiles y militares, y hasta de los partidarios, felizmente en ridícula minoría, que andan queriendo ser más papistas  que el papa y  “pasar  a una ofensiva general contra  la burguesía” con  la que sueñan,  a pesar que ni el mismo Chávez se atrevió a tanto, por eso dejo a Jaua  por fuera  como la guayabera aunque  a todos  buchones y en posiciones de chantaje social.

Las especulaciones sobre que debe ser Diosdado y  NO Maduro sobre las que cifran sus esperanzas los maniáticos legalistas de la Constitución chavista,  les prevengo sobre que al parecer y por ahora,  nada les separa, mientras  logren asumir la herencia, y  luego pasaran a lo de los cuchillos por sus gargantas, de manera absolutamente segura,  derivándose ventajas enormes para que se desprestigien juntos y juntos caigan.

Los hechos ya demuestran  que Chávez antes de partir y ahora los hermanos Castro,  han puesto transitoriamente orden en la pea, con sus halagos y asesoría eficiente. Les han explicado a su Troika,  por ejemplo,   que mientras  en la oposición tengamos los dirigentes que exhiben su banalidad  y  obsecuencia  al  CNE, a la A. N.  y  al  TSJ  chavista, para ellos  NO EXISTE  EL MENOR PELIGRO.

De igual manera,  teniendo los militares con sus trece gobernadores  como el espejo de lo que les espera  a todos como casta privilegiada y enriquecida, con cotos de caza reconocida como perspectiva, a su retiro de las FAB, serán de gran ayuda y persuasión para seguir repitiendo los discursitos de lealtades al  jefe ausente.

Lo que no se puede medir,  como otras muchos factores,  es que  lo que pasará  cuando se dé el desenlace y sean evidentes los dantescos problemas heredados que estos ineptos no podrán resolver.

El GRAVIISIMO error de cálculo de los tres miembros de la troika,  del sexteto o  dela legión de sucesores,  es que el régimen chavista NO ESTA fundado  sobre una estructura de poder TOTALITARIO,  porque Chávez sencillamente NO PUDO montarla.  Quizá caviló muchas veces  en hacerlo, pero otras tantas debió  comprender que su propio gobierno  se hacía inviable si lo intentaba.

Estos “legatarios sobrevenidos”  de la actual troika,  liliputienses si se les compara a su tronante mentor, tienen garantizada su derrota, se le ha  grabado en su frente con hierro candente que NO SON ni legítimos ni capaces para dirigir este país… y ya empezaron a demostrarlo.