El suicidio del cofundador de la red social Reddit, Aaron Swartz, alimenta las críticas en Estados Unidos contra una legislación sobre los crímenes informáticos “draconiana”, así como sobre los fiscales que la aplican con exceso de celo.
“Aaron Swart se arriesgaba a una pena de prisión más severa que la de los asesinos, los traficantes de esclavos o los atracadores de bancos”, denunció Ian Millhiser, del Centro para el Progreso Estadounidense.
Aaron Swartz, un genio informático que había participado en la elaboración del formato RSS cuando tenía 14 años, se suicidó el domingo a la edad de 26 años.
En abril debía responder ante la justicia por el robo en 2011 de millones de artículos científicos y literarios a un servicio de archivo en línea accesible únicamente mediante abono (JSTOR), descargados a través de una computadora escondida en un armario del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Por ello, podía ser condenado una pena de 35 años de prisión y al pago de 1 millón de dólares de multa.
Una petición en línea que pedía la recusación de los fiscales a cargo del caso había reunido ya 31.000 firmas el martes, mientras que otra reclamando su perdón póstumo contaba con 21.000 firmas.
Por su parte, una petición separada dirigida ala Casa Blanca y que reclamaba una modificación de la ley de 1986 sobre los crímenes informáticos había reunido 23.000.
“Intimidación”
Esta ley es “draconiana” y cambiarla rendiría homenaje a Aaron Swartz, estimó Marcia Hofman, de la Electronic Frontier Foundation.
“El gobierno no debería haber perseguido jamás a Aaron por haber accedido a la red del MIT y haber descargado investigaciones universitarias. Pero elementos problemáticos de la ley lo hicieron posible”, subrayó.
“El lenguaje vago, la amplia dimensión y las duras penas se combinan para crear una potente arma para los fiscales que tienen prisa para utilizarla contra personas que no les caen bien”, denunció Hofman.
Mientras se celebraban este martes los funerales de Aaron Swartz en Chicago, su familia escribió en una página web de homenaje que su muerte no era “sólo una tragedia personal”, sino “el producto de un sistema de justicia criminal lleno de intimidaciones y de fiscales que van demasiado lejos”.
“Cuando el gobierno federal comenzó a perseguirlo, (…) no le trataron como una persona que quizá había hecho algo estúpido. Él era un ejemplo”, juzgó de su lado Danah Boyd, una investigadora de Microsoft que también imparte clases en la Universidad de Harvard.
“Estos últimos años hemos visto a los piratas informáticos demomnizados y calificados de antidemocráticos, cuando la mayor parte de ellos se consideran combatientes contemporáneos por la libertad”, añadió.
Robin Corey, especialista en Ciencias Políticas en el Brooklyn College, subrayó igualmente que Aaron Swartz fue “desgraciadamente una de las víctimas” del “celo procesal” del Estado.
No obstante, ciertos expertos en Derecho estimaron que las autoridades sólo se limitaron a aplicar la ley. Los cargos contra el joven “estaban basados en una lectura justa de la ley” y en “una jurisprudencia establecida”, estimó en su blog Orin Kerr, un especialista en Derecho de los Crímenes Informáticos en la Universidad de George Washington.
Este análisis ignora, sin embargo, “la cultura de la piratería del MIT, que incentiva este tipo de actividad informática rebelde en la que se había metido Swartz”, recuerda Ted Frank, un investigador del Instituto de Política Legal de Nueva York.
Por Rob LEVER
AFP