A lo mejor estabas deseando que las Navidades llegaran a su fin, pero tenemos malas noticias. La resaca navideña no es únicamente a consecuencia del exceso de alcohol, porque los excesos han sido de todo. Nos hemos pasado trasnochando, nos hemos pasado con la comida, nos hemos pasado con la familia, nos hemos pasado con los regalos. Sí, la Navidad sólo dura dos semanas, pero las consecuencias se dejan notar una buena temporada. Si no, la cuesta de enero no sería tan empinada.
De: Diario Femenino
Lo que nos espera en enero
En un comienzo de año como es debido no puede faltar una lista de buenos propósitos, una charla con tus hijos acerca de su comportamiento en los próximos meses, una dieta de adelgazamiento nueva en la puerta del frigorífico y un rescate del fondo de la estantería de tus libros de inglés. Pero en realidad, el año nuevo no comienza hasta que la compañía eléctrica, la del gas y los transportes de tu ciudad no te anuncian la obligada subida de precios.
Sabiendo que esto es así, lo único que podemos hacer es preparar el bolsillo, ya de por sí maltrecho, tras los excesos navideños y los recortes derivados de esta crisis interminable. Si todos los años tenías que apretarte el cinturón para superar la cuesta de enero, este año, tendrás también que aguantar la respiración. Pero tranquila, porque lo conseguiremos.
Lo primero que tienes que hacer es sentarte a revisar todos los gastos. Estaría bien hacer una selección de los pagos obligatorios, esos que de ninguna forma puedes eludir, y separarlos de los gastos prescindibles. Recuerda que para distinguir objetivamente lo que es necesario de lo que es prescindible, tal vez necesites hacer la selección más de una vez.
Eliminar gastos
Los pagos obligatorios son la hipoteca o el alquiler, la luz, el gas y la alimentación. No estaría mal que revisaras las opciones para pagar menos en tu factura de teléfono y sí, admitimos el ADSL como gasto necesario, pero ya que dispones de Internet, probablemente no te haga falta la televisión de pago. Como tampoco te hace falta esa suscripción a la revista de naturaleza, por mucho que con ello contribuyas a alguna causa ecológica.
Se trata de reducir gastos en la medida de lo posible y evidentemente tendrás que renunciar a ciertas comodidades. Aunque cada año suban los precios del transporte público, siempre te saldrá más barato que utilizar tu propio coche. Y si no quieres quedarte en casa porque tienes derecho a disfrutar de tu tiempo de ocio, lo apoyamos, pero elige aquellos espectáculos con descuento, o el día del espectador en el cine, o el día de entrada gratuita de los museos.
Una buena forma de superar la cuesta de enero sin sufrir de ansiedad es comprobar los progresos que hacemos en el ahorro. Y muchas veces no tenemos en cuenta que sencillos gestos como no dejar los aparatos eléctricos conectados, cerrar bien las ventanas cuando ponemos la calefacción o hacer la compra semanal en el supermercado de forma responsable pueden suponer la diferencia para llegar a fin de mes sin demasiado agobio.