La nave Mars Reconnoaissance Orbiter (MRO) de la NASA ha hallado nuevas evidencias de un ambiente húmedo en el subsuelo de Marte. Los investigadores que han analizado los datos recogidos por el espectómetro de la sonda creen que el cráter marciano McLaughlin, de 92 km de diámetro y 2,2 km de profundidad, albergó en el pasado un lago subterráneo. Las rocas planas en el fondo del cráter contienen minerales de carbonato y arcilla que necesitan agua para formarse. Pero lo que resulta más interesante de todo es que los investigadores creen que un lugar de estas características podría haber sido idóneo para el mantenimiento de la vida. «Todos los ingredientes para la vida existían bajo la superficie, puede ser la parte más habitable de Marte», apuntan. Su trabajo aparece publicado en la edición online de Nature Geoscience. abc.es
En conjunto, estas nuevas observaciones sugieren la formación de carbonatos y arcillas en un lago alimentado por aguas subterráneas dentro de la cuenca cerrada del cráter. «Estos fluidos atrapados en el subsuelo podrían haber llegado periódicamente hasta la superficie de cuencas profundas como la del cráter McLaughlin, por lo que podrían proporcionar pistas sobre la habitabilidad del subsuelo del planeta», afirma Joseph Michalski, autor principal del artículo, investigador del Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, Arizona, y del Museo de Historia Natural de Londres.
Una gran parte de la vida en la Tierra puede existir en forma de microbios que viven bajo la superfice de nuestro planeta. Lo mismo podría haber ocurrido en el pasado en Marte. «Todos los ingredientes para la vida existían bajo su superficie y esa puede ser la parte más habitable de Marte», subraya el investigador.
Lanzado en 2005, el Mars Reconnaissance Orbiter y sus seis instrumentos han facilitado más datos de alta resolución sobre el Planeta rojo que todos los demás orbitadores de Marte juntos. Los datos se ponen a disposición de los científicos de todo el mundo para investigar, analizar e informar sobre sus conclusiones.
«Este nuevo informe continua revelando que Marte es más complejo de lo que se creía; algunas zonas son más propensas que otras a mostrar antiguos signos de vida», afirma Rich Zurek, científico del Mars Reconnaissance Orbiter en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Pasadena, California).
«Marte puede proporcionarnos una ventana a nuestro pasado. Las condiciones ambientales de la Tierra y Marte fueron probablemente similares al principio, por lo menos en el subsuelo», añade Michalski. «Explorar las rocas en Marte sería como encontrar un montón de páginas que han sido arrancadas del libro de la historia geológica de la Tierra. Contengan vida o no, sin duda nos enseñarían muchísimo acerca de los procesos químicos tempranos en el Sistema Solar».