Un individuo detonó una carga explosiva en un funeral que se realizaba en una mezquita chií en Irak, dejando al menos 25 personas muertas y decenas de heridos en un ataque suicida que seguramente profundizará más la división étnica y sectaria del país.
El agresor atacó la mezquita de Sayyid al-Shuhada, en Tuz Jormato, cuando los dolientes efectuaban las honras fúnebres de un empleado del gobierno que murió el martes en un tiroteo, de acuerdo con testigos. Varios funcionarios provinciales estuvieron entre los heridos en el ataque.
El alcalde Shalal Abdoul informó que al menos 25 personas murieron y más de 90 resultaron heridas, varias de las cuales se reportan en estado grave.
La escena era caótica en un hospital cercano a donde fueron trasladadas muchas víctimas. Imágenes de televisión de The Associated Press mostraban a médicos apresurándose a atender a algunos de los heridos, caminando sobre un piso salpicado de sangre mientras otras personas traían a más víctimas en camionetas y otros vehículos.
Yalmaz Ogolu, dueño de un canal de televisión en la ciudad cercana de Kirkuk, iba saliendo del funeral cuando ocurrió el atentado.
“Escuché una explosión ensordecedora desde la mezquita. Segundos después, vi a gente asustada huyendo de la mezquita mientras otros sacaban cargando del lugar cadáveres y heridos”.
“La policía llegó pronto y comenzó a disparar al aire”, supuestamente para dispersar a la multitud en caso de que hubiese otra explosión, indicó.
El ataque pone en evidencia los desafíos que enfrenta el gobierno de Irak mientras batalla para mantener la ley y el orden más de un año después de que los soldados estadounidenses se retiraron.
El miércoles fue al menos la quinta ocasión en este mes que los insurgentes llevan a cabo ataques que reclaman más de 20 vidas en un solo día.
El martes, varios atentados, incluyendo tres coches bomba dentro y alrededor de Bagdad, dejaron al menos 23 muertos.