El Gobierno de Colombia quiere la paz pero no a costa de que las FARC se fortalezcan durante el proceso de diálogo “para seguir en la guerra”, dijo hoy Humberto de la Calle, exvicepresidente del país y jefe de los negociadores del Ejecutivo de Juan Manuel Santos.
En una declaración leída en La Habana, De la Calle recordó que las acciones de las Fuerzas Armadas para defender a los colombianos se mantienen “y solo habrá cese al fuego cuando se hayan alcanzado los acuerdos definitivos” de paz con la guerrilla.
“Queremos la paz, sí, pero no a cualquier costo, no al costo de que, como producto de las conversaciones, la guerrilla se fortalezca para seguir en la guerra”, afirmó.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que establecieron una tregua unilateral por dos meses finalizada el 20 de enero como muestra de voluntad para avanzar en los diálogos, ha pedido al Gobierno analizar un posible cese bilateral de las hostilidades o la búsqueda de la regularización de la guerra.
Como ha sido habitual desde que comenzó el proceso de paz en noviembre pasado, De la Calle no aceptó preguntas de la prensa tras leer la declaración del Gobierno correspondiente al fin del primer ciclo de conversaciones de este año, iniciado el 14 de enero.
Sobre las conversaciones, el exvicepresidente colombiano resaltó que “avanzan en un clima de respeto y de diálogo amplio” y señaló que “hay aproximaciones en el anhelo de transformar el campo, aunque también subsisten diferencias notables”.
El problema agrario es el primer tema de la agenda del diálogo entre el ejecutivo de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y está considerado como la raíz del conflicto de casi medio siglo entre la guerrilla y las autoridades del país suramericano.
De la Calle adelantó que durante este ciclo se han abordado todos los aspectos del tema del acceso a la tierra en un marco constitucional, y dijo que se estudian las cerca de 550 propuestas enviadas a la mesa por el foro agrario desarrollado en Colombia en diciembre.
En ese sentido, rechazó “tajantemente” las afirmaciones de quienes han querido “distorsionar” los resultados de ese foro “mediante manipulaciones truculentas”.
“Una cosa es la crítica a la política de paz (…) pero otra muy distinta es tomar algunas de las propuestas radicales y dar por sentado que ellas comprometen a la delegación del Gobierno para crear alarma”, subrayó.
El jefe negociador del Gobierno destacó que “cualquier solución al problema agrario se hará con y de la mano de los ganaderos” y apuntó que están abiertos a escuchar sus opiniones.
“Buscaremos todos los canales para buscar las preocupaciones de los ganaderos. Pero ellas deben expresarse sin desfigurar las posiciones del gobierno en la mesa de diálogo”, agregó.
EFE