La nueva plataforma de interacción social bautizada como Swipp, nació en Silicon Valley, Californa. Fue creada por aproximadamente 15 personas que aspiran a “recoger y mostrar lo que todo el mundo piensa sobre cualquier tema imaginable”, dicen.
Un objetivo complejo de alcanzar sin un plan de acción definido. En este caso, el responsable de marketing, Frederik Hermann, explica que Swipp puede convertirse en la siguiente revolución de Internet. Y su argumento es claro: llegan para competir democráticamente con las consultoras de opinión.
Texto: america.infobae.com
La plataforma de esta nueva red social sale a la nube con más de 10 millones de conceptos registrados y 4 millones de fotografías. El funcionamiento es sencillo. Un usuario identifica alguno de los temas existentes o, de hecho, puede crear el suyo.
“Productos, personas, lugares y cosas”, explica Hermann. La diferencia elemental con Twitter y Facebook, más allá de los parecidos en el diseño, radica en que hay un índice que va desde -5 hasta +5, donde los usuarios expresan su conformidad o disconformidad. En relación a lo que sea, donde sea y cuando sea.
De esa forma, el sistema operativo de Swipp crea un índice bursátil que mide la fluctuación de la opinión de los usuarios respecto a los temas. Los dueños de Swipp anunciaron que buscarán vincular la red a Freebase, la base de dados colaborativa propiedad de Google.
La plataforma se encargará, entonces, de registrar las puntuaciones acumuladas, cantidad total de “swipps” que los usuarios emitieron y la tendencia, en alza o en baja, de un restaurant, una tienda de ropa, un político o un videojuego, por ejemplo.
“Aspiramos a alcanzar 200 mil usuarios en el corto plazo y quizá un millón en un año”, comentó Hermann, quien además describió el plan de negocios de Swipp: las firmas comerciales podrán contratar los servicios de la red para saber qué piensa la gente del producto, o qué cosas hay que cambiar.