El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, lamentó hoy que los “errores” vinculados con el caso de la francesa Florence Cassez hayan impedido a los jueces determinar su culpabilidad o su inocencia.
Cassez, de 38 años, que llevaba encarcelada en México siete años, acusada de secuestro y otros delitos, quedó en libertad ayer después de que la Corte Suprema aprobara un amparo en su favor por las irregularidades cometidas durante su detención, en 2005.
Al comentar esta decisión, Peña Nieto, en un acto oficial en la residencia presidencial de Los Pinos, reafirmó su “respeto absoluto” a las decisiones del poder judicial de este país.
“Lamento que en este y en cualquier otro caso, errores o violaciones al debido proceso impidan al poder judicial determinar la culpabilidad o la inocencia de una persona”, afirmó el gobernante, que asumió el poder el pasado 1 de diciembre.
También señaló que había reiterado a la Secretaría de Gobernación y a la Procuraduría General de la República la instrucción de que todas las acciones “se realicen con estricto apego al derecho”.
Ello, agregó, “para garantizar la aplicación de la ley y evitar que casos como el que hemos conocido vuelvan a suceder”.
Los argumentos utilizados por la Corte Suprema para dejar libre a Cassez incluyeron el montaje televisivo que se hizo un día después de su arresto, como si estuviera siendo detenida en ese momento, una irregularidad que fue aceptada por las autoridades.
También formó parte del legajo una falta de asistencia consular que tendría que haber recibido Cassez en los tiempos legales, y la defensa argumentó que algunos testimonios estaban en contradicción y se había “construido” el caso para declararla culpable. EFE