Difíciles metas se plantean la UE y América Latina

Difíciles metas se plantean la UE y América Latina

Al clausurar el domingo la cumbre entre la Comunidad de Estados Caribeños y la Unión Europea, Celac-UE, el presidente chileno Sebastián Piñera urgió a los gobernantes a trabajar por una alianza estratégica moderna, más horizontal y suscribir un protocolo para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que entre en vigor de aquí a 2020.

La Declaración de Santiago plantea más de 30 metas, algunas más difíciles que otras de lograr, entre ellas el compromiso con el multilateralismo, quizás uno de los objetivos más inalcanzables del encuentro y que cuenta desde ya con el rechazo del presidente de Bolivia Evo Morales.

“Para que nuestra alianza estratégica, como dicen algunos de nuestros presidentes (de la región) sea duradera y eterna, es importante crear una confianza entre dos continentes”, dijo Morales, quien calificó la colonización europea de América Latina, hace más de 500 años, de “invasión para explotar nuestros recursos naturales”.

El presidente de Bolivia dijo en una rueda de prensa posterior a la clausura de la cumbre que antes de crear una alianza estratégica con Europa “y para crear confianzas, hay que terminar con el colonialismo externo e interno”.

Sobre el externo Morales aludió “al colonialismo de Inglaterra” sobre las islas Malvinas y respecto del interno habló de la salida al mar que reclama Bolivia y que perdió en una guerra con Chile entre 1879 y 1883.

Del documento de 14 carillas quedó excluida la garantía jurídica a las inversiones en América Latina exigida por las naciones europeas. El rechazo de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina obligó a sustituir la frase de la protección jurídica por un párrafo genérico que habla de “proporcionar seguridad jurídica a los operadores económicos”.

Varios países europeos pueden tener dudas sobre una cooperación multilateral si algunas de sus importantes empresas sufren expropiaciones en este lado del mundo, como lo vivieron recientemente España, Francia y Gran Bretaña, en Argentina, Bolivia y Venezuela.

La ministra de Comunicaciones de Bolivia, Amanda Dávila, dijo a la AP que “compete al derecho soberano de los países… decidir sus modelos económicos”.

Las inversiones de la Unión Europea en esta región alcanzan los 385.000 millones de euros, aunque es probable que empiecen a disminuir por la recesión que aún azota al Viejo Continente, con situaciones dramáticas como las que enfrenta España, que alcanzó 26% de desempleo y a fines de 2012 ya tenía seis millones de cesantes, la mayoría jóvenes profesionales.

Europa, que aún está en recesión, la que probablemente se extenderá durante 2013, necesita ahora más que antes de estabilidad en sus inversiones, que representan 43% de los capitales extranjeros que llegan a esta región, que por primera vez enfrentó mejor que los antiguos conquistadores la crisis global.

El proteccionismo es otro de los puntos destacados en la declaración final de la cumbre Celac-UE. Varios países europeos y algunos latinoamericanos están sufriendo las barreras a las importaciones impuestas por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que en 2012 se ganó varias quejas ante la Organización Mundial del Comercio por prácticas proteccionistas.

Al igual que en Europa, al interior de América Latina hay una diversidad de sistemas económicos y políticos que tampoco ayudan a estrechar demasiado las relaciones y la colaboración, como Chile, Colombia y México por un lado, y Venezuela, Bolivia, Argentina y Ecuador, por el otro, que tienen disímiles sistemas políticos y económicos.

Muy lejos de la prensa y en un marco muy distendido, según la imagen de la televisión oficial, se vieron las caras de gobernantes y autoridades de países tan disímiles como Cuba y Alemania, España y Argentina, Colombia y Bolivia.

AP

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