Algunos piensan que las amenazas contra la oposición hechas por Nicolás Maduro y el aparato usurpador que desde el 10-E asumió funciones de gobierno son “trapos rojos” para distraernos de la crisis económica expresada en la inocultable escasez de alimentos y en que, siendo Venezuela el país con mayores reservas de crudo, la deuda de Pdvsa haya subido un 150% en los 5 años de mayor boom petrolero. O los ciudadanos se vean obligados a trancar las vías (la Panamericana) para protestar por las graves fallas en la entrega de bombonas de gas doméstico. Que los edificios de 16 pisos en La Florida y Libertador fueron entregados sin agua y sin ascensores (la corrupción rusa está haciendo estragos en la Misión Vivienda) o que en los edificios 18 y 34 de Fuerte Tiuna (sede del Poder Militar) los pranes han establecido un toque de queda después de las 4 pm -como informa el “dateado” Bocaranda- hablan del caos que devora el país. Escuchar a su presidenta que el TSJ “ratifica su compromiso de continuar construyendo el socialismo” (descartó una junta médica para evaluar la salud presidencial) y al rector de la Unefa, general José González González, que “en este momento histórico formamos a profesionales que acompañen a la revolución”, son hechos que no pueden ser banalizados como “trapos rojos”.
Con ausencia de Chávez el 10-E y la complicidad de todos los poderes para nombrar espuriamente a Nicolás Maduro en sustitución del Presidente constitucional, el dominio cubano sobre las decisiones oficiales se ha intensificado, como prueba el desfile de Maduro, Jaua, Cabello, Ramírez y Cilia por La Habana para “conversar” con quien fuera el Presidente más locuaz de nuestra historia y ahora, en cuidados intensivos, lleva casi 2 meses sin emitir palabra y sin que veamos una sola fotografía de esos “encuentros”. Vemos, sí, gráficas de los viajeros con Raúl Castro. Los “ingredientes” del libreto cubano son hoy más rudimentarios que con Chávez. La “olla” anunciada por el ministro Reverol, y asumida velozmente por Maduro sobre “la existencia de un plan para atentar contra su vida y la de Cabello” (recogida por la Fiscal en segundos), salió de la sala situacional del G-2. Dijo Maduro que los “responsables son grupos que se han infiltrado en el país” y, adelantándose a la represión por venir, añadió: “no se sorprendan con las acciones que se tomen en las próximas horas y días. No vengan a pedir cacao los criminales que se infiltran en nuestro país. ¡El que se equivoque tiene que ir preso! (… ) Mano dura contra la conspiración de la derecha, mano dura del Gobierno, de todos los poderes”. Y gritó: “Yo soy Chávez”.
Es cosa de tiempo para que “Maduro se posicione” dice el colega Elides Rojas (EU 23-01-13) “Es necesario subir puntos, debe montarse entre 55% y 60%. Cuando los castrocubanos tengan esos números, vendrá la siguiente fase: hay que sacar del mapa mental a Chávez. Dejarlo en segundo plano”. Por eso Maduro declara “Comandante, manténgase disciplinado y tranquilo: NO hay apuro”; y Argenis Chávez obligado a recular sobre que “Chávez vendría en los próximos días”.
La violencia oficial insufla miedo y acatamiento. En el “discurso” de Maduro desde la parroquia 23-E no hubo mensaje para quienes allí viven y son víctimas de los “colectivos ” equipados con armas de guerra. Vecinos hicieron un“llamado de auxilio a los cuerpos de seguridad, a fin de que tomen medidas urgentes, motivado a la venta y distribución de drogas, robos a mano armada, asesinatos, estos sujetos portan chalecos antibalas, granadas, armas cortas y largas” (EU 14-01-13). El grupo que asesinó a 3 jóvenes, difundió un panfleto con 15 nombres de futuras víctimas. El modo de esos crímenes fue aterrador. Como lo ocurrido en Ocumare del Tuy, cuando el Cicpc fue a detener a dos criminales y una poblada capturó a uno de los efectivos y lo mataron a golpes (EU 21-01-2013).
El plan es macabro, orquestado por el G-2 y grupos paramilitares financiados con dinero público. El jueves más de 160 miembros de un “colectivo” invadieron el Edif. Premier en Chacao: “llegaron en motos y autobuses de lujo y tenían refrigerios”. En el desalojo solo participó Polichacao. Se llamó a la Guardia Nacional y a la PNB, pero no acudieron porque supuestamente estaba fuera de su jurisdicción”. (EN 24-01-13). ¿Es que acaso la GN no opera en todo el territorio nacional y que la Policía Nacional, es nacional?
El periodista Rafael Poleo dice que “el bochinche en la AN (donde fue agredido brutalmente Julio Borges por un diputado rojo ) es un modelo que el Gobierno usará a medida que se debilite”. El avezado Poleo sabe que con el castrocomunismo al mando y sus obedientes vasallos locales, hay que temer bastante más que “un bochinche”.