La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendió el domingo su participación en una cumbre de jefes de Estado que se realiza en Chile para regresar a su país y atender la tragedia desatada por un voraz incendio en una discoteca que dejó al menos 200 muertos.
Rousseff, quien se encontraba participando en una reunión de mandatarios de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) y la Unión Europea (UE) en Santiago, tenía agendadas varias reuniones bilaterales el domingo.
“La presidenta se está yendo al aeropuerto en este momento. Canceló todas sus reuniones por esta tragedia”, dijo Fabiano Bastos Moraes, coordinador de prensa de la cancillería brasileña.
Las víctimas murieron de asfixia al quedar atrapadas en un local en el sur de Brasil, donde había unas 500 personas. El incendio comenzó cuando un integrante de una banda musical o de su equipo de producción encendió una bengala que provocó el fuego en cuestión de segundos.
Reuters