La discoteca Kiss, en la que 231 personas murieron la madrugada del domingo a causa de un incendio, no tenía actualizados ni el plan de prevención de incendios ni la licencia de actividad, según han informado las autoridades brasileñas. El secretario nacional de Defensa Civil, el coronel Humberto Viana, ha revelado al diario «Folha» que el plan de prevención de incendios estaba caducado desde el pasado mes de agosto, publica abc.es.
Fotos Reuters, Efe y Afp
A este respecto, el guitarrista de Gurizada Fandangueira —el grupo musical que estaba actuando en Kiss esa noche—, Rodrigo Lemos Martins, ha asegurado a «Folha» que uno de los guardias de seguridad de la discoteca y un miembro de la banda intentaron apagar el fuego, pero que no pudieron porque los extintores no funcionaron. Además, el diario ha podido saber que uno de los dueños de Kiss ha reconocido a la Policía que la licencia de actividad de la discoteca estaba caducada desde el pasado mes de agosto, aunque ha asegurado que estaba tramitando su renovación.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de la Región Central de Rio Grande do Sul, el teniente coronel Moisés da Silva Fuchs, ya había adelantado que el local no contaba con la licencia de actividad, que acredita las condiciones de seguridad.
Por todo ello, los propietarios de la discoteca, que han sido identificados por las autoridades locales como Mauro Hoffman y Elisandro Spohr, podrían ser acusados de homicidio culposo y de provocación de incendio, apunta «Folha».
El incendio comenzó a las 2.30 del domingo a causa de un espectáculo pirotécnico que hizo arder el material para el aislamiento acústico de la discoteca, donde se estaba celebrando una fiesta de estudiantes de la Universidad Federal de Santa María. Entre 300 y 400 personas se encontraban en la discoteca, según la última revisión del aforo, pero muchos no lograron salir por la única salida de emergencia, por lo que la avalancha humana provocada por el pánico fue fatal.
Agujero en la pared
Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes de la discoteca para sacar a los asistentes. Hasta bien entrada la mañana no se ha conocido el número definitivo de víctimas debido a lo complejo de la operación de rescate.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha declarado tres días de luto oficial y ha suspendido su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebra en Santiago de Chile, para consolar a las víctimas.
Se trata del segundo peor incendio de la historia del país sudamericano. La mayor tragedia se vivió en 1961, cuando 503 personas murieron en Río de Janeiro a causa del fuego que se declaró en el Gran Circo Brasileño.