El presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, dijo hoy que la corrupción equivale a un impuesto regresivo y es un problema mundial que roba a los pobres y es un “lento asesino del desarrollo”.
“La corrupción pone un pernicioso lastre al desarrollo y tiene un efecto negativo en el crecimiento, restringe el acceso de los ciudadanos a servicios públicos, empeora la calidad de los mismos y supone un alto coste para las empresas”, señaló Kim durante un discurso en un centro de estudios de Washington.
El presidente del Banco Mundial indicó que en los proyectos que financian están implementado estrictos controles para evitar el mal uso del dinero.
“La corrupción es un lento asesino del desarrollo. Los pobres, al final, son quienes pagan por la corrupción, un problema que roba a los más necesitados y les priva de la promesa de un futuro mejor”, indicó Kim en la apertura de una conferencia sobre anticorrupción.
En opinión del presidente de BM, la corrupción es “un impuesto regresivo” que lastra el crecimiento de las naciones y por ello es necesario una estrategia para promover instituciones de supervisión, al tiempo que se mejora el marco regulador de los países.
“Cuando la corrupción se descubre en nuestros proyectos y actividades tenemos tolerancia cero con ella”, aseveró Kim, quien recordó que la lucha contra la corrupción es una de las más altas prioridades de la institución que encabeza.
Kim dijo que los problemas de corrupción son inevitables, pero el BM ha tomado medidas decisivas en malas conductas como en el caso de la suspensión de un crédito de 1.200 millones dólares a Bangladesh para la construcción de un puente que iba a ser el más largo del país y vital para aquellos que cruzan el río en barca a diario.
Asimismo, el presidente del BM celebró medidas como las de Brasil en la lucha contra la corrupción o de Italia en su intento de exponer a personas que defraudan a la hacienda pública con medidas no ordinarias.
En la misma conferencia, Daniel Runde, director del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), subrayó que “la calidad de los gobiernos es el atributo más importante en la prosperidad y riqueza de las naciones”
Runde lamentó que la corrupción siga siendo un problema “endémico” en muchos lugares y apuntó que la recesión económica se mantiene como una de las mayores amenazas al buen gobierno.
EFE