Apenas tres meses después de convertirse en el primer jugador venezolano en ser nombrado como el Jugador Más Valioso de una Serie Mundial, Pablo Sandoval está celebrando una nueva hazaña con su equipo local, los Navegantes del Magallanes, que se convirtieron el miércoles en los campeones de la liga venezolana de béisbol.
El toletero, de 26 años, ayudó a los Navegantes a imponerse 11-9 ante los Cardenales de Lara la noche del miércoles en el séptimo y último partido de la serie final.
Sandoval bateó un jonrón, dos dobles y remolcó dos carreras en el partido decisivo, y fue elegido como jugador más valioso de la serie. Magallanes conquistó su primera corona desde 2002.
Sandoval declaró durante la celebración que fue una experiencia para recordar, y que en lo personal está a la altura de la victoria de los Gigantes de San Francisco en la pasada Serie Mundial.
“No hay como ser campeón aquí en Venezuela con los Navegantes. Aunque no se puede comparar con ganar la Serie Mundial, porque son dos cosas distintas; pero es muy especial ser campeón aquí ante esta afición que siempre me ha apoyado y que me ha visto crecer”, dijo Sandoval a la prensa.
El desempeño de “Kung Fu Panda” fue estelar a lo largo de la serie y le dio a su equipo un impulso clave, al batear para un promedio .300 con tres jonrones y nueve carreras impulsadas.
Destacó que había valido la pena el esfuerzo de conseguir el permiso de los Gigantes para jugar en Venezuela. Jugadores de Grandes Ligas como Sandoval y otros vienen a menudo a casa a jugar en la liga local, a pesar de que sus equipos en Estados Unidos, donde son mucho mejor pagados, con frecuencia desalientan su participación debido a la posibilidad de lesiones.
Sandoval comentó que después de la derrota de los Navegantes en la final del 2010 le quedó una “espinita” que quería sacarse.
“Tenía la espinita de lo que había pasado hace tres años, cuando perdimos la final ante el Caracas en siete juegos”. En esa serie, Sandoval no quiso perderse el séptimo y decisivo partido de la final entre Navegantes y Leones de Caracas, por lo que hizo malabares para estar presente.
La travesía de casi 20 horas desde San Francisco incluyó varios vuelos, esperas en aeropuertos y un viaje en helicóptero de Caracas a la vecina ciudad de Valencia. Al final de la tarde tomó una práctica y alineó por la noche como bateador designado por los Navegantes. A la postre bateó de 4-1, pero no pudo cumplir su meta de evitar que sus eternos rivales ganaran el título.
“Esta vez hice de todo para que los Gigantes me dejaran jugar para llevar a este equipo (Magallanes) al título. Es un sueño hecho realidad”, resaltó.
“Creo que Dios me ha dado la oportunidad de mostrar todo mi talento y de conseguir las cosas que hasta ahora he querido”, indicó. “Ser campeón con el Magallanes y con los Gigantes el mismo año es algo muy especial. Me siento muy contento de haber colaborado y de haber sido seleccionado como el MVP en las dos finales de este año”.
El Magallanes será el representante de Venezuela en la Serie del Caribe Hermosillo 2013, que se disputará a partir del próximo viernes en México.
AP