La catedral de Notre-Dame de París recibió hoy las nueve campanas nuevas procedentes de la fundición francesa Cornille-Havard, al noroeste del país, que se enmarcan dentro del lavado de cara llevado a cabo con motivo este año del 850 aniversario del templo.
Hacia las 15.30 GMT, la campana mayor de la catedral, “Emmanuel”, izada en 1686 y única superviviente de la Revolución Francesa, comenzó a tañer en la torre sur a la espera de la llegada de sus nuevas hermanas, que serán bendecidas este sábado por el arzobispo de París, el Cardenal Vingt-Trois.
“Marie”, de más de seis toneladas, fue la primera en hacer su aparición en la plaza al pie del templo, a bordo del camión que la transportaba, como al resto del convoy, desde la región francesa donde está emplazada la fundición, Villedieu-les-Poêles, al noroeste de Francia.
El arcipreste de Notre-Dame, Patrick Jacquin, dijo a Efe sentirse “muy feliz” por la llegada de las campanas, y consideró que se trata de “un gran momento”, ante el cual, a su juicio, mucha gente parece contenta.
Las nueve campanas han sido transportadas en sendos camiones con remolque y han viajado a lo largo de la mañana desde La Mancha hasta Porte Maillot, al oeste de París, por donde han accedido a una velocidad de escasos 10 kilómetros por hora hasta el centro de la capital.
Los festejos en torno a las nuevas inquilinas de la catedral proseguirán este sábado, cuando el arzobispo de París las bendiga a ocho de ellas en una misa a media mañana.
Varios miles de estudiantes de primaria presenciarán el acto, mientras que otros cerca de 1.500 se darán cita en el oficio de la tarde para ver la bendición de “Marie”, la nueva campana mayor que acompañará a la tradicional “Emmanuel” en la torre sur.
Las campanas podrán visitarse en la nave de la catedral hasta que sean colocadas en las torres el próximo 25 de febrero, y podrán escucharse por primera vez el 23 de marzo, fecha en la que el nuevo complejo del campanario -que ascenderá a trece campanas en total- ofrecerá su primer repique.
Nueve personalidades han aceptado ser los padrinos y madrinas de las nuevas adquisiciones, un honor por el que les han prestado su nombre. Marie, por ejemplo, toma el suyo de la Gran Duquesa de Luxemburgo, María Teresa Mestre.
Las otras ocho se llaman Gabriel -como el canciller Gabriel de Broglie-, Anne Geneviève, Denis -cuyo padrino es el escritor Denis Tillinac-, Marcel, Etienne, Benoît-Joseph -como su Santidad el Papa- Maurice o Jean-Marie, nombre del arquitecto Jean-Marie Duthilleul.
Con ellas, según informaron portavoces de la catedral, se sustituye en parte a cuatro anteriores instaladas en 1856, que eran de un tamaño inadecuado, de calidad mediocre y estaban desafinadas con respecto a “Emmanuel”, la única superviviente de ese periodo histórico. EFE
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