La primera historia completa de una galaxia

La primera historia completa de una galaxia

Un grupo de investigadores españoles, del Observatorio de Calar Alto (Almería), ha conseguido reconstruir por vez primera la historia completa de cómo las galaxias se forman y crecen, fabricando continuamente nuevas estrellas. abc.es

(foto abc.es)

Para ello, los astrónomos han estudiado la formación estelar en cien galaxias diferentes, dentro de un proyecto llamado CALIFA (Calar Alto Legacy Integral Field Area), en el que colaboran investigadores del Observatorio de Calar Alto y del Instituto Max Planck de Astronomía.

Entre otras cosas, los investigadores han descubierto que las galaxias más grandes y masivas crecen a mayor ritmo que las más pequeñas, y que además lo hacen de dentro afuera, es decir, desarrollando primero sus regiones centrales.

Debido a la brevedad de la vida humana, resulta imposible que podamos presenciar el ciclo completo de vida de una galaxia, que dura varios miles de millones de años. Por eso, para construir una “historia completa” es necesario observar con el máximo detalle un número elevado de galaxias que se encuentren en diferentes etapas de su existencia. Y reunir después esos datos para hacerse una idea del conjunto.

Para conseguirlo, es necesario que la información que se recopile de cada galaxia sea lo más detallada posible, y que esa información se introduzca en bases de datos que permitan “rebobinar” y reconstruir la historia de la formación de estrellas en cada una de ellas.

Registros fósiles

Hasta ahora, los sondeos galácticos se centraban en el estudio de galaxias completas y tratadas como un todo, pero nunca buscaron los rasgos específicos de diferentes regiones de una misma galaxia. Lo cual, en palabras de Enrique Pérez, investigador principal del proyecto, producía un “sesgo observacional”. “Califa, sin embargo, obtiene mil espectros por galaxia, lo que nos ha permitido por fin cartografiar la historia de galaxias enteras”.

Los investigadores aplicaron a los datos de Califa una técnica conocida como “método de registros fósiles”, que les ha permitido establecer la historia de formación de estrellas en cada una de las cien mil regiones analizadas de un total de ciento cinco galaxias.

Fue así como los astrónomos de Calar Alto lograron observar que las galaxias más masivas crecen más rápido que las más pequeñas, y que lo hacen de dentro afuera, formando antes sus núcleos que todo lo demás. Algo que se corresponde con las observaciones realizadas en la Vía Láctea, nuestra propia galaxia, y en su vecina Andrómeda, en las que se aprecia que las zonas centrales son mucho más antiguas que las periferias.

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