Las marchas convocadas hoy por la oposición egipcia hacia el Palacio Presidencial en El Cairo derivaron en nuevos choques, que causaron al menos 48 heridos y un cruce de acusaciones entre las autoridades islamistas y los opositores.
Las manifestaciones, que partieron después de la oración del mediodía del viernes de las mezquitas de Al Nur, en el barrio de Abasiya, y de Rabea al Adauiya, en el distrito de Masr al Guedida, hacia el palacio transcurrieron de forma pacífica hasta que sobre las 18.00, hora local (16.00 hora GMT), estallaron los choques.
Una fuente de los servicios de seguridad explicó a Efe que los enfrentamientos se iniciaron después de que algunos de los manifestantes arrojaran cócteles molotov, que cayeron en el jardín del complejo presidencial y prendieron fuego a algunos árboles.
En un principio, la Guardia Republicana respondió con cañones de agua, que empleó tanto para apagar las llamas como para alejar a los participantes en la protesta.
Sin embargo, los manifestantes comenzaron a lanzar piedras y bengalas contra los efectivos del orden, que dispararon gases lacrimógenos.
Un testigo dijo a Efe que miembros del grupo “Black Bloc”, que estaban en los alrededores del palacio, fueron quienes tiraron piedras contra las fuerzas de seguridad, lo que hizo que muchos de los manifestantes congregados allí decidieran marcharse.
El “Black Bloc”, una organización violenta y de procedencia desconocida integrada por jóvenes encapuchados, se ha sumado recientemente a los incidentes en Egipto.
De hecho, hace tres días, el fiscal general, Talaat Abdalá, ordenó el arresto de los integrantes del grupo, que calificó de “terrorista”.
La reacción de la oficina del presidente Mohamed Mursi no se hizo esperar y en un comunicado atribuyó a las fuerzas políticas la responsabilidad de haber incitado el inicio de los disturbios, además de advertir de que “los aparatos de seguridad intervendrán con toda la contundencia para restablecer el orden y la seguridad”.
Poco después, el Frente de Salvación Nacional (FSN), la principal alianza opositora no islamista, se desvinculaba totalmente de los enfrentamientos y los condenaba “de manera rotunda”, en un comunicado.
A su juicio, Mursi y los Hermanos Musulmanes “afrontan una responsabilidad por el estado de tensión que ha imperado en la sociedad egipcia en los últimos dos meses”.
Mientras estos sucesos ocurrían en las proximidades del palacio, cientos de personas se concentraban en la plaza de Tahrir, en el centro de El Cairo, en cuyas proximidades los manifestantes arrojaron piedras contra la policía cerca del hotel Semiramis, junto al río Nilo, sin que los agentes respondieran.
En otras provincias, miles de personas salieron a las calles en esta jornada, bautizada como “Viernes del basta ya”, organizada por varios grupos opositores, entre ellos el FSN, para protestar contra Mursi y los Hermanos Musulmanes.
En provincias como Alejandría (norte), Suez (noreste) y Port Said (noreste) el mal tiempo y la lluvia deslucieron las protestas, que se desarrollaron sin altercados.
Una de las mayores manifestaciones fue en Port Said, junto al canal de Suez, donde hoy se conmemoró el primer aniversario de la muerte de 74 personas tras un partido de fútbol en el estadio de esta ciudad entre los equipos Al Ahli y Al Masri.
Los habitantes de esta población salieron tras el rezo del mediodía de la mezquita de Maryam al grito de “con nuestra alma y nuestra sangre, te defenderemos, Port Said”, en una marcha hasta el edificio del Gobierno provincial.
Esta protesta pacífica contrastó con las escenas de violencia vividas recientemente en Port Said, donde el sábado pasado se produjeron choques entre manifestantes y policías tras conocerse la decisión de un tribunal de recomendar la pena de muerte para 21 procesados por la tragedia de hace un año.
En la última semana, más de cincuenta personas han muerto en Egipto y un millar han resultado heridas por los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad que estallaron el viernes pasado durante la conmemoración del segundo aniversario del inicio de la revolución que derrocó al régimen del presidente Hosni Mubarak.
Los choques habían disminuido en los últimos dos días, después de intentos para calmar la situación como la reunión que se mantuvo ayer en la sede de la prestigiosa institución suní Al Azhar entre las distintas fuerzas egipcias que abrieron el camino al diálogo. EFE