Las autoridades alemanas examinan la presunta irregularidad cometida por el exministro iraní , Tahmasb Mazaheri, quien fue interceptado en el aeropuerto de Düsseldorf con un cheque no declarado del Banco de Venezuela por unos 54 millones de euros.
El ingreso de esa cantidad en el país, aun cuando no se trate de dinero en metálico sino de un cheque, es “una irregularidad”, susceptible de incurrir en delito monetario aduanero, explicaron hoy a EFE fuentes de las autoridades aduaneras, en Düsseldorf.
El ciudadano iraní, del que esa autoridad no ha revelado la identidad pero que según medios alemanes se trata del exministro de Finanzas Mazaheri, llegó a Düsseldorf a finales de enero procedente de Turquía y había declarado que portaba menos de 10.000 euros en metálico.
En un control rutinario se le encontró, en un bolsillo lateral de su equipaje, el cheque del Banco de Venezuela, por valor de 300 millones de bolívares, lo que equivale a unos 54 millones de euros.
De acuerdo a las regulaciones aduaneras, toda cantidad superior a los 10.000 euros que se ingrese por cualquier de las fronteras de la Unión Europea (UE), sean en metálico, títulos o en cheques, debe ser declarada.
Una infracción de esa norma, en vigor desde 2007 en el contexto de las medidas contra blanqueo de dinero y lucha contra la financiación de las redes terroristas internacionales, puede comportar una sanción de un millón de euros.
Mazaheri, de 59 años, había declarado llevar consigo apenas el equivalente a 5.000 euros en distintas monedas.
Al ser interrogado, no dio información alguna acerca de la procedencia y destino del cheque, por lo que le fue incautado, a la espera de que se determinen los siguientes pasos a realizar.
El sospechoso no fue retenido, precisó la fuente aduanera, puesto que se trata simplemente de una “presunta infracción” o irregularidad.
Desde Caracas, el líder opositor venezolano Henrique Capriles exigió ayer explicaciones al Gobierno de su país sobre el caso.
En medios venezolanos se relaciona el cheque con la construcción de 10.000 viviendas en el país sudamericano. EFE